lunes, 20 de junio de 2022

¿Tendencia a la Moncloa?

 

Tampoco debería ser un sorpresón lo que ha ocurrido en Andalucía. A buen seguro, en Ferraz, hacían referencias a aquella frase mítica de Rita Barberá con su: ¡Madre, qué hostia!, mucho antes de conocer los resultados.

Si dicen que Sánchez tiene una flor en el culo, seguro que Bonilla, ante estos comicios, contaba con todo un campo de amapolas. Hombre sosaina en contraposición a la histriónica Ayuso, tiene un aire de persona tolerante que en estos tiempos de ruido se agradece.  Y a partir de ahí, un Cs que persiste en el error, entregándose en cuerpo y alma al aparente centrismo liberal del bueno de Juanma y su vaca. Con la loca salobreña, confundiendo a Andalucía con el vodevil astracanado de un traje de farolillos que insultaba a cualquier andaluz con dos dedos de frente. Y luego, la izquierda. Aquellos que piden la cabeza de Espada, se equivocan. Con menos de un año en la secretaria general no vayan los “descamisaos” a rasgarse más las vestiduras. Desmovilizados y  confrontados en un cambio necesario respecto a Susana Díaz no anunciaban otra cosa que una fuga de votos. Podía haber sido mucho peor. Un PSOE-A a la espera de que los logros sociales y el papel de los socialistas en el gobierno central fuese capital suficiente ha sido ilusorio. Y para cerrar el fiasco de la izquierda desunida, que llega tarde y para variar con un refrito de egos apabullante, perdiendo una decena de sillones. Y la abstención de miles de votos de izquierdas que espero se reserven para posteriores elecciones. Porque con buen criterio, ahora lo que tocaba era parar los delirantes y alucinados peligros de VOX.

Por eso, no se precipite el PP con el mantra del cambio de tendencia. ¿A qué tendencia nos referimos, la del PP de Ayuso o la del PP de Bonilla? Porque Feijóo deberá optar previamente entre la tendencia colaboradora y pactista o la escenificada por la lideresa. ¿Acaso ha habido cambio de tendencia tras el triunfo del PSC en Cataluña, en Madrid o en Andalucía? No confundamos el deseo con la razón. De momento, el Gobierno tiene un año, Yolanda Díaz, si la dejan los que han propiciado el ridículo de la izquierda desunida en el sur, debe ordenar tanta cabeza loca. Luego, vendrá Asturias, Extremadura, Castilla La Mancha... Y al final llegará las elecciones generales donde entonces sí que habrá que hacer evaluación de las políticas nacionales de cada uno de los partidos. Y puede, casi con seguridad, que el PP para gobernar necesite otra vez a VOX.  Y también en Andalucía habrá municipales y generales y seguro que el voto será en clave nacional, no como ahora que había urgencias para detener el voto de extrema derecha y donde el conjunto de la izquierda solo ofrecía un incipiente y desconocido candidato o una división infantil de circo. Pueden llamarme optimista o incluso pensar que se me ve el plumero, pero si algunos piensas que, por ejemplo, en Extremadura se va a trasladar la tendencia es porque no piensan que antes de ganar elecciones, hay que opositar, hay que ser conocido, tener una trayectoria de gestión, y además obtener la confluencia cósmica de todos los campos de amapolas en un mismo culo.

En las elecciones generales, si que habrá que optar entre aquellos que nos dijeron que devolverían cada euro de los sesenta mil millones cedidos a la banca o aquellos que han invertido treinta mil en ERTEs para mantener el empleo, entre los que plantean volver a aplicar subidas del 0,25% para pensionistas, o los que defienden subidas según IPC, entre aquellos que derogan prestaciones por desempleo a mayores de 52 años o de los que las han restituido, entre aquellos que impusieron el impuesto al sol o aquellos que fomentan las energías renovables, entre aquellos que suben el SMI o aquellos que lo congelan, entre los que suavizan la conflictividad nacionalista o los que la exacerba, entre aquellos que nos entronizan con Europa o con aquellos que nos alejan con sus banderas,fuera de ella... Y habrá que elegir entre lo tangible. Y volveremos a contar con la diversidad territorial y fáctica en España.

  

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