lunes, 28 de abril de 2014

La juventud extremeña exige empleo




El paro juvenil, con Monago, ha subido un diez por ciento. De Junio de 2011 con 45.109 jóvenes desempleados a 49.348 jóvenes que aún no han emigrado. ¿Para cuando la Garantía Juvenil?. Esta es la foto real, lejos de torturas estadísticas a las que nos tienen acostumbrados la "factory" del PP extremeño. 


Es urgente la necesidad de actuar de forma inmediata contra el paro juvenil, pero el gobierno extremeño no pasa de la pirueta mediática con una Garantía Juvenil que, hasta el momento, solo ha dado como resultado la puesta en marcha de la ESO de los 1000 euros con más que cuestionables resultados, contratos en prácticas no laborales y un escaso Programa de Empleo de Experiencia que el anterior gobierno ya lo hacía, al mismo tiempo que cambia el nombre de las Escuelas Talleres por un programa como el de "Aprendizext" que recorta su calidad; porque no se puede hacer "más con menos". 

Unas famélicas medidas que no dejan de ser una frustración para unos universitarios que han visto crecer el paro de larga duración (PLD) en los dos últimos años en un setenta por ciento, una frustración para los titulados en FP de grado medio y superior que, pese a su especialización, aumentan el desempleo de PLD en un cincuenta por ciento en los dos últimos años, mientras venden humo con una inexistente formación dual porque no existen empresas con capacidad para su desarrollo.  


Mientras se incrementa el desempleo juvenil, el gobierno de Monago anuncia, fantasmagóricamente, un programa con una financiación de 384.000 euros subvencionando la compra de prensa y el cine para jóvenes, mientras les niega la posibilidad de poder ser orientados laboralmente por programas de orientación para la inserción profesional. Por eso, resulta lamentable que el gobierno extremeño anuncie, una y otra vez, un Plan de Garantía Juvenil, financiado por Europa, con medidas urgentes para combatir el desempleo juvenil pero que no acaba de concretar con un negociado catálogo de medidas que no sean las consabidas para maquillar en periodos preelectorales las cifras dramáticas del paro en los jóvenes.


Si Monago anuncia, cienes y cienes de veces, que Extremadura se ha convertido en una experiencia piloto y referencia para el resto del país en materia de políticas de empleo juvenil, es que el presidente ha sido "jibarizado" por su propia mentira o ha sido abducido por su Rasputín personal.


Necesitamos otras políticas que permitan generar empleo y orientar y formar a la juventud extremeña en otro modelo que es incompatible con una reforma laboral que diseña la figura del aprendiz eterno y que desmotiva a la juventud a la  inserción en el mundo del trabajo. En la EPA del primer trimestre de este año, hay un dato revelador, el 74 por ciento de las 6.600 personas que desaparecen como activos en Extremadura, bien por desanimo o emigración, se concentra en los jóvenes menores de 25 años.

Los 49.348 jóvenes extremeños en paro deben dejar de ser una cifra. Extremadura, se posiciona con una insostenible tasa de desempleo juvenil, alcanzando un sesenta y dos por ciento, y la pirotecnia de darles un cheque para que compren prensa escrita en los tiempos de la nuevas tecnologías, solo hace que situar a Monago en unos niveles de patetismo que no puede permitirse la ciudadanía extremeña. Exigen, sin más, empleo, pero al parecer Monago y la ausencia de sus políticas no están por la labor. 

lunes, 14 de abril de 2014

En defensa de los sindicatos




Beatriz Muñoz González

Profesora de Sociología en la Universidad de Extremadura





El estallido de la crisis económica y las políticas de austeridad han contribuido a evidenciar y fortalecer la desafección de una parte de la ciudadanía hacia partidos políticos y sindicatos. Desafección que quizá pueda sintetizarse bajo el lema “que no, que no, que no nos representan”. No obstante, a pesar del aluvión de críticas  a ambos, el peso de éstas hacia unos y otros ha sido desigual. En el caso de los sindicatos, habría que añadir los furibundos ataques vertidos sobre ellos por la derecha mediática, la derecha política y la derecha social (me refiero a esa parte de la ciudadanía que no ha participado en los movimientos sociales con expresión en la calle y que se alinea ideológicamente con las anteriores). A las acusaciones de corrupción (en las que no ayuda nada el caso de los EREs andaluces) se suma la consideración de ser organizaciones obsoletas, más interesadas en mantener las “prebendas” de sus liberados y liberadas que en solucionar las condiciones de trabajo de las personas. Se les acusa de haber mantenido un silencio cómplice con el anterior gobierno y de emprender una ofensiva política contra este sin ofrecer alternativas. Algunas voces concluyen que no son necesarios.

A fuerza de repetir estos mensajes se van convirtiendo en lugares comunes y, en consecuencia, no se cuestionan, se dan por válidos y se utilizan como argumentos. Pero ¿Qué hay de cierto en todo ello? ¿Los sindicatos son cosa de otro tiempo? ¿Han perdido su funcionalidad en la sociedad post-industrial? ¿Es cierto que han trasladado sus objetivos hacia la acción política traicionando a trabajadores y trabajadoras?

Con esta inquietud he buscado evidencias en la investigación internacional en Ciencias Sociales que confirmen o refuten los argumentos anteriores, y aunque este no es lugar para exponer un “estado de la cuestión” propio de la investigación, si lo es para compartir una pequeña síntesis del resultado de mis pesquisas que quizá contribuya, modestamente, a clarificar el debate social.

El punto de arranque del interés por los sindicatos en la investigación en Ciencias Sociales se sitúa a mediados de los años 70 del siglo pasado, comienzo de su declive como resultado, principalmente, de la aceleración en el ritmo de internacionalización de la economía y de la crisis del sector industrial. La intención era conocer las razones por las cuales parecían haber dejado de ser eficaces y “atractivos”, para lo cual  era necesario identificar sus aportaciones y logros y los obstáculos para la consecución de los mismos. Los trabajos, sean de ámbito nacional o sectorial, evidencian los efectos positivos del sindicalismo en todos los países. Efectos que se concretan especialmente en el aumento de los salarios y en la mejora de las condiciones de trabajo. Remarcan también que estos beneficios afectan al conjunto de trabajadores con independencia de que estén o no sindicados. En sentido contrario, hay consenso en afirmar que la debilidad de los sindicatos correlaciona con un incremento de la desigualdad de ingresos y de la precariedad laboral. Por citar un ejemplo, la progresiva pérdida de presencia de los sindicatos en USA explica de un quinto a un tercio del incremento de desigualdades de ingresos desde 1973, así como el aumento de la pobreza entre las personas que trabajan. Existe una absoluta coincidencia en señalar que aquellos países con sindicatos fuertes presentan menores niveles de pobreza y desigualdad y salarios más altos. Ya lo sabíamos gracias a los estudios realizados por organismos internacionales, sindicatos o fundaciones de distinta índole,  pero quizá era necesario mirar a la comunidad científica para confirmarlo y desmontar todo el entramado ideológico que pretende restarles legitimidad social.

Pero además, no solo la acción sindical se realiza a través de la negociación colectiva, con presencia desigual en los países. Existe una interesante línea de investigación que subraya la influencia de los sindicatos en el desarrollo de la economía moral en la medida en que contribuyen al fomento de normas y valores relativos a la equidad: bien, extendiendo discursos igualitarios (contribución cultural), bien, influyendo en la vida política (contribución política). En este sentido, y ante los ataques de estar politizados, habría que decir que una de las características definitorias del movimiento sindical de nuevo cuño, que fortalece su presencia y su eficacia en la sociedad post-industrial, es su evolución como actores políticos en relación con diferentes organizaciones sociales. Este hecho remite a otro de los rasgos que la investigación señala como fortalecedores: la combinación de estrategias locales y globales.

Así las cosas, las acusaciones se entienden: organizaciones que trabajen solidariamente son más fuertes. ¿Qué habría sido del sindicalismo británico, tan centrado en los centros de trabajo, si  se hubiera relacionado con otros movimientos y hubiera trascendido a sí mismo? Es probable que no hubiera sido una presa tan fácil para Margaret Thacher; pero entonces, las investigaciones sobre los procesos de renovación del sindicalismo no existían, hubo que esperar a que el mal estuviera hecho para estudiarlos.

Sabemos, por tanto, que los sindicatos son cruciales en la lucha contra la desigualdad, y que en la sociedad post-industrial su acción requiere y adquiere nuevas formas y alianzas. La realidad cercana muestra que lejos de instalarse en la cultura de la queja, hacen propuestas: sobre fiscalidad, modelo educativo o, en el caso extremeño, proponiendo 50 medidas que relancen la economía y el empleo en la región. Su acercamiento a otros movimientos sociales (por ejemplo su apoyo a los Campamentos Dignidad o pertenencia a la Cumbre Social) refleja dinamismo. Por todo ello, no se explica que los gobiernos de Monago y Rajoy hagan oídos sordos a sus propuestas y desprecien el diálogo social. Y no se explica con una tasa de paro del 32% en Extremadura. Su aportación debería ser escuchada y debatida, al menos si se cree, en palabras de Habermas, en el poder de los argumentos y no en los argumentos de poder. Y un 32% de paro es un buen argumento.

viernes, 11 de abril de 2014

Monago y los Parados de Larga Duración en Extremadura








Hace dos años, en marzo de 2011, Extremadura contaba con 48.485 personas desempleadas de larga duración. A fecha de hoy, se ha producido un incremento de 12.659 (26,1%) personas más en esta situación, ascendiendo a 61.144 hombres y mujeres1 al borde de la desesperación, pero Monago sigue de feria en feria y de publireportajes a base de chequera. Con todo ello, además, no podemos olvidar que con el comienzo de la legislatura de Monago, partiamos de las 42.778 personas PLD en junio de 2011 y por lo tanto el incremento de la "factoría Monago", en sus 1000 primeros días de gobierno, se sitúa en un 42,93% o lo que es lo mismo en 18.336 personas más.

Los esfuerzos por su parte para atajar esta situación no se pueden considerar ni tan siquiera anecdóticos, pues la suma de los programas de empleo y formación de Parados de Larga Duración, han sido manifiestamente insuficientes en cantidad y calidad de empleo, pues el computo total de estos, no han sobrepasado los 1800 contratos de media en el año 2013, a jornada completa.2


Por grupos de edad, se produce un incremento significativo, en el citado periodo, por encima de la media expresada (26,11%), en los grupos de edad entre 35 y 60 años.

Por niveles formativos, son los Universitarios y los de FP I y II los que salen peor parados, aunque tampoco se genera demasiadas expectativas en el resto de grupos, poniéndose de manifiesto que ni hay medidas de apoyo a los mejor formados, ni se crean condiciones en nuestro tejido productivo para absorber a los más cualificados.En este sentido, se manifiesta claramente insuficiente, cuantitativamente, el Programa de Contratación de Jóvenes Titulados Universitarios y en FP que facilitó un contrato para tan solo 109 titulados en 2013


Sectorialmente, la que porcentualmente expresa mayor subida es el sector Agricultura con un 44,17%, seguido del sector Servicios con un incremento de personas PLD de un 34,93%, construcción con un 22,23% y el sector industria con un incremento del 19,94%.









Si atendemos al criterio de personas PLD con más de 2 años de paro, el incremento es de un 36,43% desde marzo de 2012, incrementándose en 9.220 personas, pasando de 25.308 a 34.528, donde la franja de edad más castigada es de los 35 a 45 años, con un incremento en los dos últimos años del 49%


En el caso de las personas PLD con más de 3 años de paro, el incremento es de un 34,77% desde marzo de 2012, incrementándose en 4.964 personas, pasando de 14.278 a 19.242 , donde la franja de edad más castigada es de los 35 a 45 años, con un incremento en los dos últimos años del 53,6%



 


Estos resultados son consecuencia de las políticas de ajuste del gobierno Monago al ser su prioridad el cumplimiento del déficit y no la creación de empleo, frenando la posibilidad de generar puestos de trabajo de calidad de manera sólida, a pesar de que las cifras del paro siguen en niveles insostenibles socialmente. 




Estos datos son más acuciantes cuando se acelera la proximidad al umbral de la pobreza de miles de extremeños, agravandose en estos dos últimos años por la falta de cobertura en prestaciones que tienen las personas desempleados. Tan solo 29.261 tiene una prestación contributiva de los 150.622 (desempleados registrados en el SEXPE (febrero14) y 64.198 no tiene ningún tipo de prestación, lo que significa una tasa de cobertura del 57,4% (contributiva, subsidios y renta de inserción), frente al dato de hace dos años, cuando era para el 63% de personas desempleadas. Tomando como referencia el inicio de la legislatura de Monago, con 117.890 personas desempleadas inscritas en el SEXPE, eran 42.173 los que no recibían ningún tipo de prestación y en aquel momento la cobertura era para el 64,22%.




Ante esta situación de urgencia hay que emprender medidas urgentes de empleo directo para estas personas. Pero este gobierno de farándula ni está ni se le espera. 


 

1. Por género, en el caso de los hombres se incrementa un 38%, pasando de 16.427 personas PLD a 22.672. Y en el caso de las mujeres el incremento es de un 27,99%, pasando de 30.058 mujeres PLD a 38.472.

2. Los Programas de empleo y formación a Parados de Larga Duración, en el año 2013 ha significado una contratación por entidades locales, la mayoría de las contrataciones a a tiempo parcial (1.033) frente a las de tiempo completo (263). En las Ayudas a la contratación Temporal PLD (Programa I:  Subvención 1.800 € 3 meses y Programa II: contratos Subvención 4.000 € 6 meses), se efectuaron un total de 1.043 contrataciones, siendo un 25% de estos contratos a tiempo parcial. En lo que respecta a los contratos de formación y empleo en Talleres para PLD: fueron de 1.241 en contratos 6 meses. El computo total de estos programas no sobrepasarían los 1800 contratos de media en el año 2013, (jornada completa y 12 meses) cuando los desempleados de larga duración sobrepasan los 61.000 personas.

3. Ascienden por encima de esta media en las franjas de edad:  de 40 a 45 años (28,92%), de 55 a 60 años (31,72%), de 45 a 50 años (32,22%), de 35 a 40 años (32,35%), de 50 a 55 años (35,28%), Por debajo de la media, los grupos de 30 a 35 años (24,07%), de 25 a 30 años (14,58%), de más de 60 años (12,32%), de 20 a 25 años (1,47%, siendo el grupo de 16 a 20 años (-20,37%) el único grupo que mejora en estos dos años.

4.  Los Universitario PLD se incrementan en un 70,7%, los de F.P I y II con un 50,15%, en Bachillerato con 40,3%, en ESO con un 24,37% y con estudios primarios con 12,70%.