sábado, 25 de junio de 2022

Fernando Pizarro y el Tren



Al día siguiente de la inauguración en Plasencia de un pequeño hito en la comunicación ferroviaria a Badajoz, con la presencia de las autoridades políticas, también la del alcalde de Plasencia, este se descuelga con unas declaraciones lamentables, aumentando la ceremonia de la confusión con un medio de comunicación vital para nuestra región. 

Manifestar que lo de ayer fue teatro es torticero, o ¿acaso él no fue un actor destacado en esa presentación? Manifestar que en la estación de Plasencia no habrá parada tiene la intencionalidad de incendiar la indignación que ya corre por redes, pero las cosas hay que explicarlas con argumentos y datos. Sobre todo no jugar a reinventar la historia; cosa a la que son muy dados los políticos populistas. Si a estas alturas, aún no hemos concluido que la entrada de la Alta Velocidad en Plasencia es imposible por razones técnicas y de costes en tiempo, es que o el Sr. Alcalde nunca se ha enterado de qué va esto o intencionadamente ha estado manipulando estados emocionales de los ciudadanos placentinos, muy sensibles e implicados con la defensa del ferrocarril.

Considero necesario recordar que fue en la confluencia de los Gobiernos del PP en Plasencia, Extremadura y España; cuando el tridente Rajoy, Monago y Pizarro, desestimaron los 27 millones presupuestados por los socialistas en Fuentidueñas, gobernando la alcaldesa Elia Blanco. Este proyecto fue  substituido en el 2013 por una asignación de tres millones de euros, que comunicó el ministerio de fomento para remodelar la estación de siempre, en Plasencia. Ese fue el cambiazo. Eran tiempos de recortes. Ahí empezó todo. El 6 de noviembre de 2013, nuestro recordado ASO (Antonio Sánchez Ocaña) informa en su diario de como el "Nuevo modelo de desarrollo de los corredores de Alta Velocidad" -ADIF-, suprime la estación de Plasencia junto al corredor AVE, para "adaptarse a la austeridad presupuestaria" del Ministerio de Fomento, utilizando la actual estación de la ciudad, con un ahorro de 20,4 millones de euros. 

Y se podrán contar de muchas maneras lo que ocurrió entonces, pero la realidad es que Fernando Pizarro renunció al proyecto impulsado por el PSOE de situar la estación en Fuentidueñas, a una decena de kilómetros de Plasencia. Llevaríamos más de diez años de adelanto. 

Había que anticipar el futuro y él tuvo una mirada corta y localista. Unos años más tarde, en el 2018, los socialistas vuelven a plantear la opción Retortillo o Fuentidueñas, a las afueras de Plasencia. Los diputados del PSOE, Cesar Ramos y Pilar Lucio, acompañados por el regional Francisco García y el senador Miguel Ángel Nacarino solicitan al Ministerio de Fomento que relancen los estudios porque argumentan que la estación de Plasencia es un fondo de saco donde no puede entrar un AVE, aunque sí sirve como lanzadera para conectar con Fuentidueñas. La respuesta de Pizarro no se hace esperar: “Los socialistas de nuevo hacen un flaco favor a la ciudad; un buen servicio va unido a su cercanía” y avisaba Cesar Ramos: “...sin tener una estación de alta velocidad en el baypass que se ejecuta, muchos trenes no podrán parar”.  Las malditas hemerotecas de entonces pueden hacerle sonrojar, ahora, al alcalde de Plasencia.

La idea de los socialistas estaba encaminada a posibilitar una lanzadera desde Plasencia a Fuentidueñas porque era lo que aconsejaban los técnicos y porque se anticipaba al futuro, con buen criterio. Un polígono industrial con una plataforma logística para concentrar un nivel de mercancías que daría a la ciudad el protagonismo que, en la actualidad, día a día va perdiendo. 

Una ubicación abierta a la autovía Ruta de la Plata y a Portugal por la autovía de Moraleja. En una declaraciones posteriores de Pizarro, se pronuncia diciendo: “...el PSOE quiso que la estación volviera a 14 kilómetros de Plasencia , pero los compromisos con ADIF ya estaban cerrados con el Gobierno de Rajoy y la estación se queda en Plasencia”. Seguro que o no escuchó de ADIF que era inviable la entrada AVE en Plasencia, o entendió de Rajoy que le decía sí, cuando le estaba diciendo, no.

Así que el Sr. Alcalde y su partido son los únicos responsables de no haber resuelto este galimatías ferroviario. No será porque no se lo dijeron muchas veces. No disfrace su error de gestión culpabilizando, como siempre, a terceros. El número de trenes que entren o salgan ha sido resultado de su gestión. Eso no quiere decir que ese error no deba ser subsanado. Urge para Plasencia, especialmente dirigido a la Junta, un diálogo donde se planteen cuestiones centrales para el crecimiento de la ciudad como la apuesta por lo que un día diseñaron para Fuentidueña, aunque solo sea para evitar nuevos errores y nuevos culpables.

Lo malo de las demandas sociales es cuando se quieren capitalizar y no dar agua al enemigo. Entonces, pasa que el asunto se nos va de las manos y terminamos siendo, como personaje político, una caricatura de mal teatro. Sí, Sr. Alcalde, Vd. hace mucho teatro.

  

  • Tren digno y Ruta de la Plata: https://canchales.blogspot.com/2022/05/tren-digno-y-ruta-de-la-plata.html
  • Plasencia, el otro fondo de saco: https://canchales.blogspot.com/2022/07/plasencia-el-otro-fondo-de-saco.html

 

lunes, 20 de junio de 2022

¿Tendencia a la Moncloa?

 

Tampoco debería ser un sorpresón lo que ha ocurrido en Andalucía. A buen seguro, en Ferraz, hacían referencias a aquella frase mítica de Rita Barberá con su: ¡Madre, qué hostia!, mucho antes de conocer los resultados.

Si dicen que Sánchez tiene una flor en el culo, seguro que Bonilla, ante estos comicios, contaba con todo un campo de amapolas. Hombre sosaina en contraposición a la histriónica Ayuso, tiene un aire de persona tolerante que en estos tiempos de ruido se agradece.  Y a partir de ahí, un Cs que persiste en el error, entregándose en cuerpo y alma al aparente centrismo liberal del bueno de Juanma y su vaca. Con la loca salobreña, confundiendo a Andalucía con el vodevil astracanado de un traje de farolillos que insultaba a cualquier andaluz con dos dedos de frente. Y luego, la izquierda. Aquellos que piden la cabeza de Espada, se equivocan. Con menos de un año en la secretaria general no vayan los “descamisaos” a rasgarse más las vestiduras. Desmovilizados y  confrontados en un cambio necesario respecto a Susana Díaz no anunciaban otra cosa que una fuga de votos. Podía haber sido mucho peor. Un PSOE-A a la espera de que los logros sociales y el papel de los socialistas en el gobierno central fuese capital suficiente ha sido ilusorio. Y para cerrar el fiasco de la izquierda desunida, que llega tarde y para variar con un refrito de egos apabullante, perdiendo una decena de sillones. Y la abstención de miles de votos de izquierdas que espero se reserven para posteriores elecciones. Porque con buen criterio, ahora lo que tocaba era parar los delirantes y alucinados peligros de VOX.

Por eso, no se precipite el PP con el mantra del cambio de tendencia. ¿A qué tendencia nos referimos, la del PP de Ayuso o la del PP de Bonilla? Porque Feijóo deberá optar previamente entre la tendencia colaboradora y pactista o la escenificada por la lideresa. ¿Acaso ha habido cambio de tendencia tras el triunfo del PSC en Cataluña, en Madrid o en Andalucía? No confundamos el deseo con la razón. De momento, el Gobierno tiene un año, Yolanda Díaz, si la dejan los que han propiciado el ridículo de la izquierda desunida en el sur, debe ordenar tanta cabeza loca. Luego, vendrá Asturias, Extremadura, Castilla La Mancha... Y al final llegará las elecciones generales donde entonces sí que habrá que hacer evaluación de las políticas nacionales de cada uno de los partidos. Y puede, casi con seguridad, que el PP para gobernar necesite otra vez a VOX.  Y también en Andalucía habrá municipales y generales y seguro que el voto será en clave nacional, no como ahora que había urgencias para detener el voto de extrema derecha y donde el conjunto de la izquierda solo ofrecía un incipiente y desconocido candidato o una división infantil de circo. Pueden llamarme optimista o incluso pensar que se me ve el plumero, pero si algunos piensas que, por ejemplo, en Extremadura se va a trasladar la tendencia es porque no piensan que antes de ganar elecciones, hay que opositar, hay que ser conocido, tener una trayectoria de gestión, y además obtener la confluencia cósmica de todos los campos de amapolas en un mismo culo.

En las elecciones generales, si que habrá que optar entre aquellos que nos dijeron que devolverían cada euro de los sesenta mil millones cedidos a la banca o aquellos que han invertido treinta mil en ERTEs para mantener el empleo, entre los que plantean volver a aplicar subidas del 0,25% para pensionistas, o los que defienden subidas según IPC, entre aquellos que derogan prestaciones por desempleo a mayores de 52 años o de los que las han restituido, entre aquellos que impusieron el impuesto al sol o aquellos que fomentan las energías renovables, entre aquellos que suben el SMI o aquellos que lo congelan, entre los que suavizan la conflictividad nacionalista o los que la exacerba, entre aquellos que nos entronizan con Europa o con aquellos que nos alejan con sus banderas,fuera de ella... Y habrá que elegir entre lo tangible. Y volveremos a contar con la diversidad territorial y fáctica en España.

  

martes, 7 de junio de 2022

En Plasencia, calienta Dóniga



Resuelta la opción para encabezar el PP de Extremadura, Fernando Pizarro, de nuevo, será la opción a la alcaldía de Plasencia. El “manu militari”, contra el actual alcalde de Plasencia, ha funcionado con rigor desde Génova, con Casado y con Feijóo. 

Tiene que ser duro para Pizarro ver cómo nunca fue la opción de su partido, ante una desconocida como María Guardiola. Sería interesante indagar en las razones y la historia oculta que han llevado a su partido a esa toma de decisiones. Asumir como segundo plato a Plasencia, después de haber realizado una campaña sistemática a la Presidencia del PP durante toda la pandemia, manifestando dejaciones en sus responsabilidades como alcalde, debe ser frustrante. Volver a reubicarse en la alcaldía requerirá de un cambio cognitivo para él y todo su equipo, después de haber manifestado, por activa y pasiva, que dejaba la alcaldía. Otra opción sería volver a su puesto de trabajo como profesor. Esta decisión sería la más dura de tomar, pero sin duda a medio plazo sería de gran rentabilidad ética y su persona quedaría ligada a sus tres mandatos continuos y a la dignificación de su decisión final. No sería el primero, aunque a decir verdad, no son muchos. Siempre he creído que uno se debe a sus convicciones por encima de sucesivas promociones dentro de una organización o a decisiones unilaterales. Ver a políticos cerrar el círculo allí donde comenzaron su vida profesional, ejemplariza la política y dignifica a la persona. En cualquier caso, es legítima la decisión que tome, pero como en el caso de la energía, su proyección política se va a transformar, sin duda.

Está claro que Fernando Pizarro ha debido de poner condiciones para poderse tragar el sapo de repetir por cuarta vez a la alcaldía de Plasencia.  O se le hace un hueco en la Asamblea o figurar en las listas del PP a las elecciones generales de 2023. Es evidente, que el alcalde de Plasencia necesita una salida a Mérida o Madrid, porque las mayorías absolutas no son para siempre y sin duda, en las municipales de 2022, habrá más disputa electoral. Perder la alcaldía o tener que lidiar con un gobierno de coalición no será cómodo para él. La apuesta realizada por Pizarro ha producido grietas, y manifiesta un lógico cansancio y desgaste, con un ganador torticero como Monago. Está por ver las consecuencias del posible desplazamiento de los votantes de Ciudadanos, el papel que jugará un emergente VOX y un PSOE renovado a la espera de respuestas tangibles por parte de su regional, porque como manifestó el presidente Vara, recientemente en Plasencia, “¿Y después de la exposición de las Edades del Hombre, qué...?”. 

Una certera pregunta que el PSOE debe contestarse, porque en Plasencia muchos ciudadanos se la hacen, es si en realidad quiere ganar las elecciones en Plasencia pues todos sabemos los condicionante que tiene con la deriva económica de nuestro Ayuntamiento. Fijo que en el contexto actual, Vara ganará en Plasencia como casi siempre y por ello, tiene una cuota de responsabilidad alta en hacer una apuesta por esta plaza. Sí, “Las Edades del Hombre” han sido una apuesta y una consecución del Presidente Vara; por cierto, iniciada en tiempos de la alcaldesa Elia Blanco, pero a nadie se le escapa que es un “Transitus”. ¿Y después, qué..? Porque una exposición no es una gigifactoria, ni siquiera un Museo como el de Cáceres.

En las anteriores elecciones había un único alcaldable, que fue Pizarro, y que tras los errores del PSOE regional, alcanzó su techo electoral. Puede que con un nuevo mandato, tal como relata el principio de “Peter”, alcance su máximo techo de ineficacia. Aunque le deseo en lo personal lo mejor a Fernando, su escapada de Plasencia puede que termine significando  su final político. Lo que es evidente es que en esta ocasión debe haber una opción socialista comprometida, porque es seguro que habrá un cabeza de cartel del PP, con Pizarro, cuyo lema de campaña podría ser: ¡Calienta, Dóniga!