lunes, 15 de junio de 2020

Plasencia, en vía muerta (I)




Plasencia alcanza la cifra más baja de población en lo últimos años. Con sus 39860 habitantes vuelve a perder masa demográfica en el 2020, y vuelve a cifras equiparables al 2006. Mientras, las principales ciudades extremeñas aumentan en número de habitantes, aunque sea debido a migraciones dentro de la región. Me pregunto hasta qué punto, tras pasar una crisis económica como la que se expresó con virulencia a partir de 2010, y ahora con una nueva sacudida relacionada con el COVID, Plasencia tendrá el suficiente músculo para no quedar en vía muerta, definitivamente. 

Plasencia, en el marco de una región como Extremadura, es una localidad que responde al concepto de esa España vaciada. Nuestra comunidad, es obvio que también responde a ese perfil que marca una tendencia de envejecimiento y pérdida de su población, con la fuga histórica de su sustancia gris. En el caso de Plasencia, a diferencia del resto de ciudades extremeñas, expresa flacidez de musculatura y escaso pulso político, social y económico.

Un dato reciente como síntoma pero inapelable es una oferta educativa muy por encima de la demanda en doce de los trece centros educativos de la ciudad, en el curso 2020-2021. Este indicador, que podría ser puntual, marca una tendencia que correlaciona con un hecho muy preocupante como es la pérdida de población por séptimo año consecutivo en la ciudad del Jerte. 

En la década 2010-2019, Plasencia pierde un 3% de población, mientras que la evolución poblacional es a ganar peso en la capital de Badajoz, con un aumento de un 1,6%, Cáceres que crece en un 3,2% y Mérida, la capital extremeña que lo hace en un 5,2%.  Estos datos, sin una referencia con el empleo tan solo serían cifras. Plasencia, durante la última década, fue sin duda la localidad extremeña donde más se amplificó la pérdida de empleo, llegando a alcanzar cifras de paro nunca conocida, cercana a los 6000 personas desempleadas.

Sin tener en cuenta la repercusión de la pandemia en el empleo para no distorsionar este análisis, lo que es evidente  es que Plasencia sale muy mal parada. Mientras que Extremadura aminora la presión del desempleo en 2019, con respecto a 2010, en un 18,6%, Badajoz en un 17,5%, Mérida en un 10,3% y Cáceres en un 9%, Plasencia lo hace tan solo en un 6,2%. Teniendo en cuenta que, a diferencia de las tres capitales, la disminución del paro en nuestra ciudad es más por pérdida de población que por creación neto de empleo. 

Más que buscar responsabilidades y caer en el recurrente agravio comparativo entre ciudades, se trata de constatar una peligrosa tendencia que habrá que abordar desde las distintas administraciones para evitar nuevos desequilibrios intraterritoriales. 

La moción aprobada por el Ayuntamiento de Plasencia en relación a una previsible fábrica de baterías de litio, está muy bien como apuesta testimonial, pero no nos engañemos, hace falta  liderazgo y apuesta política, y debería responder a compromisos institucionales pactados previamente desde la lealtad mutua y la racionalidad. Y de eso, no hay nada. 

* Plasencia ha perdido en una década, 1235 habitantes. A una media de 123/año. El último dato es de 39.913 habitantes en 2019. 
* Datos de paro según SEPE: Extremadura pasó de 119897 personas desempleadas en diciembre de 2010 a 101095 en diciembre de 2019. Badajoz capital pasó de 16417 desempleados en diciembre de 2010 a 13962 en diciembre de 2019. Cáceres capital pasó de 8792 desempleados en diciembre de 2010 a 8063 en diciembre de 2019. Mérida capital  pasó de  6903 desempleados en diciembre de 2010 a 6255 en diciembre de 2019.


2 comentarios:

  1. Vamos muy mal, pero éstos señores no parece que les preocupe el tema, o lo mismo si , pero no saben resolverlo.

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