martes, 1 de julio de 2025

Plasencia y el debate de Extremadura

 



Cuando vi al alcalde de Plasencia en las gradas de la Asamblea de Extremadura, en la apertura del Debate de la Región que abría la presidenta de Extremadura, juro que por un momento pensé que alguna medida importante, relacionada con Plasencia, anunciaría María Guardiola. ¡Falsa ilusión! Era el alcalde de Cáceres el que estaba allí por esa razón.

Cuando la presidenta acabó su intervención con un “Extremadura está despertando”, salí de mi galbana somnolienta, preguntándome qué proyecto ilusionante había asomado en Extremadura en estos dos años de gobierno del PP para tan bello despertar. La bajada impositiva para rentas altas le ha quedado obscenamente clasista, el encuentro institucional con Isabel Ayuso es propio de un servilismo de territorio colonizado que da vergüenza ajena, el que tuvo con García Page era optar por una alianza tacticista con el enemigo de mi enemigo, la de legislar contra la memoria histórica muestra sus concesiones a una opción política anticonstitucional contra la concordia… Puede que esté muy orgullosa de haber encontrado la fórmula de una ley de pesca para luchar por el mundo rural. Todo ello cargado de una notable indigencia intelectual, maquillada de una notable capacidad de noquearnos con un infinito relato de medidas anodinas, que nunca pueden ser las líneas maestras de orientación de la política para una Extremadura con serios problemas de futuro.   

Cuando Guardiola salió al patio de la asamblea, allí estaba en primer lugar mi alcalde con la efusividad propia del que se ha hecho presente para mostrar su lealtad inequívoca. Fernando Pizarro escenificó con su presencia y con su abrazo que no va a molestar a la presidenta de Extremadura con ninguna petición para Plasencia. Antes, podía volcar todas las culpas sobre el gobierno socialista. Otra vez, no era el momento. Posiblemente su presencia tuviera que ver, pensando mal, con ser visualizado por María Guardiola, enviando como martillo pilón, el mensaje subliminal de que al igual que la energía, él solo se transforma. Andan las fechas de las elecciones autonómicas y generales poniendo nerviosos a unos y otros, y cada uno elige la forma y los contenidos para ponerse en valor, pero seguro que ni antes, ni durante su encuentro, salieron los grandes temas de Plasencia. Fernando Pizarro sabe que en una ciudad mortecina va de “sobrao” con sus planes de bacheo o el parking subterráneo prometido en el barrio de Miralvalle, que nunca hará. Marcar los ejes vitales para una recuperación estratégica de Plasencia como la Plataforma logística, la apuesta por Martín Palomino o la finalización de la autovía Ex-A1 es un deporte de riesgo para su futuro político. En política, los silencios se pagan y trata de no hacer ruido. 

El debate que debía orientar las políticas que abordasen los grandes retos de nuestra comunidad, mostró que el partido en el gobierno está en el seguidismo de la calle Génova y que valen noticias amarillas para desviar el foco de una necesidad vital para Extremadura como son las medidas estructurales que son las que esperábamos la ciudadanía extremeña. 

Han sido, finalmente, propuestas de resolución presentadas por los grupos minoritarios de la asamblea a propuesta de MSU y Manifiesto X Plasencia, las que salieron adelante; en algún caso a pesar del PP, que no tuvo complejo de votar en contra de reivindicaciones puntuales como la creación de un Consorcio Cultural para Plasencia que acoja el legado de Jiménez Carrero o el “Salón de Otoño”, a pesar de ser aprobada como moción en el Ayuntamiento de Plasencia. Se nota que el “Habla Extremadura” de la Sra. Guardiola tiene letra pequeña: “que yo no te escucho”.

Cabe esperar al menos que la Sra. Guardiola asuma su responsabilidad en la aprobación de todas ellas -Plataforma logística, Ruta de la Plata, Consorcio cultural, Autovía Ex-A1 y Martín Palomino- dando un tratamiento específico en los presupuestos de 2026. ¡Estaremos muy atentos!

El PSOE perdió una oportunidad para salirse de la linde políticamente correcta y reclamar, incluso apostar por la recuperación de la línea Plasencia-Salamanca en 2035, porque si hablamos de orientar políticas que frenen la despoblación y cambien el rumbo actual de Extremadura solo sirve coraje y apuestas valientes. "Maldita sea la exitosa dictadura del miedo que nos obliga a creer que la realidad es intocable" - Eduardo Galeano-

Lo demás es favorecer la desafección de la ciudadanía.  

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