martes, 4 de marzo de 2014

¡Zarpamos¡: Amarres solidarios para el empleo (I)






Parecía que  no llegaba el momento pero iniciamos la travesía. Una experiencia que seguro no nos dejará indiferente, a nadie de los que participamos, y que deberemos ir evaluando para poder mejorarla en el tránsito. Para ello utilizaremos otra necesaria perspectiva, de la que seguro descubriremos nuevas formas de cuestionar lo ineficazmente repetido, otras miradas desde las que se expresen aquellos que más necesidad tienen de hacerlo, explorando espacios intuidos pero escasamente abordados; la mayoría de las veces por concepciones muy ortopédicas de las denominadas políticas activas de empleo. ¿Acaso, alguna vez, vimos los chicles pegados bajo nuestro pupitre?. 

No queremos soñar una única meta porque seguro que nos toparemos con muchas e inesperadas en el camino. La apuesta global de estos Amarres Solidarios para el Empleo es la de trabajar por dar visibilidad  a los que, aunque parezca mentira, son muy invisibles, porque la mediática de las cifras que suelen ser torturadas por los que generan el desempleo, suelen ocultar los sentimientos, los esfuerzos, los miedos, los pensamientos, las frustraciones, las soluciones o las capacidades de aquellos que lo sufren.

Es fundamental interiorizar que iniciamos un trayecto hacia cambios cognitivos personales a través de la potenciación de los recursos de los propios participantes de estos Amarres, y que se trabajarán competencias(1), de manera transversal y longitudinalmente en el tiempo, en un proceso de eliminación de resistencias que boicotean nuestros recursos e intentos en la búsqueda de empleo, o lo que es lo mismo, para defendernos de pensamientos discursivos erroneos que tienden a perserverar en respuestas invalidantes. 

La figura de la persona Orientadora intentará ser más dinamizadora que directiva. El plan de acción para una experiencia de los próximos cuatro meses, lo realizaremos entre todos, porque de lo contrario estaríamos negando un amplio caudal de recursos individuales a la espera de ser reconocido. En todo momento, el intento será de situar a la persona que tutoriza el grupo como alguien que no tiene “recetas” para encontrar trabajo. Más que un conseguidor, es un facilitador, que plantea la interacción dentro del grupo como técnica para estimular el posicionamiento personal en la búsqueda de empleo y los logros del grupo estarán determinados por las actuaciones y estrategias que sepamos poner en marcha, colectivamente; para modificar barreras que ahogan cualquier posible expectativa, aunque para ello estaremos obligados a poner en riesgo determinadas "zonas de confort" en la que nos instalamos o donde la presión social nos instala. 

Seguro que partiendo de lo colectivo, el cambio de nuestros relatos personales hacia una mayor implicación y eficacia en la consecución de objetivos personales será más fácil, reflexionando sobre la capacidad que tenemos los seres humanos de elaborar un relato, potenciarlo, desaprenderlo, reconstruirlo y por lo tanto de modificarlo para el equilibrio y el crecimiento personal. Las reglas de funcionamiento del grupo serán consensuadas en la primera sesión y nos acompañarán en el trayecto. 


Iniciamos, pues, la primera fase de estos Amarres, cuyo objetivo será facilitar la cohesión grupal así como la recogida de información y el análisis de las construcciones que los participantes tienen sobre el empleo, el trabajo, el desempleo y la formación, en sesiones entre tres o cuatro horas, una vez por semana.

Un acuerdo que deberemos cerrar en el inicio, será el grado de visualización que debe tener el grupo como colectivo, como grito por el empleo, avanzar en el diseño de todas las acciones que multipliquen los esfuerzos personales y marcar la temporalidad de estas acciones a las que se accede voluntariamente y por lo tanto se puede salir, también, libremente. 

¿Qué sabemos de cómo puede terminar esta experiencia colaborativa? o ¿acaso debe terminar...?, ¿nuestros escasos o abundantes logros podrán ser referenciados como un método de trabajo para otros?... Puede que esos "otros", que seguro vendrán tras nosotros, necesiten el faro y el acompañamiento de los que hoy iniciamos este trayecto.  
    


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(1) Competencias: Las competencias serán trabajadas, de forma transversal, a lo largo de todo el proceso del grupo. Habilidades que deberán potenciarse: adaptabilidad, asunción de riesgos, automotivación, comunicación verbal y no verbal, comunicación escrita, compromiso, delegación, decisión, escucha, resistencia, sociabilidad, tenacidad, sensibilidad interpersonal, trabajo en equipo, liderazgo, flexibilidad, energía…


Y todas aquellas competencias que el grupo reclame.




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