domingo, 6 de abril de 2025

El Ruta de la Plata y el Comisionado del Atlántico



En el evento celebrado en Cádiz sobre el Corredor del Oeste:Ruta de la Plata, José Antonio Sebastian, Comisionado del Atlántico, en su intervención de cierre me decepcionó. Después de Zamora y Plasencia, le tocaba a la “Tacita de Plata” y en junio, a Pola de Lena. Encuentros que al parecer comienzan a molestar por el tono enfadado del comisionado. No hubo posibilidad para la réplica ni el debate respecto a su argumentario. Al parecer no habíamos estudiado su lección.

Muchos esperabamos un avance del estudio comprometido por el Gobierno de Pedro Sánchez sobre este corredor, pero tan solo hubo argumentos dilatorios y retorcimiento de datos para lanzar una sucesión de jarros de agua fría y lanzar balones fuera del terreno de juego. Nada que no intuyamos desde Canovas del Castillo: El Oeste vaciado no importa, salvo Valladolid, que tendrá una estación faraónica valorada en 240 millones de euros.

Su discurso contundente, sobrado y soberbio vino a decir que dieramos tiempo al tiempo y que no nos pusieramos tan pesados, porque había razones técnicas y financieras que lo dilatarían en el tiempo. Al parecer ese no es el caso del Corredor del Mediterraneo con una proyección de costes hasta los 50000 millones y tiempos de ejecución muy avanzados. 

Si yo fuera suspicaz pensaría que estaba tratando al Oeste de España como ciudadanos de segunda categoría, pero prefiero apreciar en él un mal comunicador gubernamental. Nada sobre el retorno económico de esta infraestructura o sobre el incremento del PIB en el oeste español o su repercusión en la descarbonización. Al parecer son argumentos prescindibles en el caso del Corredor del Ruta de la Plata. Que el Ministerio de Defensa incluya en su informe de estrategia de seguridad industrial el Corredor Ruta de la Plata como eje vertebrador Norte-Sur, tampoco merecía una explicación. Jose Antonio Sebastian, ayer hizo un flaco favor al Gobierno Central, utilizando un discurso soberbio, torturando datos técnicos que no resisten un argumentario fundamentado en razones económicas, ambientales y en la lucha contra la despoblación.

Hace unos días, el Comisionado, afirmaba en el Periódico de Extremadura que el Ruta de la Plata tardaría en hacerse unos 18 o 20 años, añadiendo un coste de 3000 millones de euros. Ayer, en el periódico “Hoy”, daba otras cantidades: “entre 4000 y 6000 millones”. La realidad es que el coste sería muy similar al coste de la línea Evora-Badajoz; en torno a los 6 millones de euros, lo que significa que en el tramo actualmente cerrado de 120 kilómetros entre Plasencia-Salamanca, no pasarían de 900 millones. Esta cantidad es la que especifica el informe del gobierno extremeño en octubre de 2022. Habrá que seguir reclamando que este tramo sea una realidad en 2035 y  hasta Astorga en 2040. Es posible porque es necesario para el Oeste de España y para la seguridad y defensa de Europa.

Si yo jugase a la caricatura como él a camuflar los números, cuando aún no se ha hecho público el estudio intermedio del Ruta de la Plata: Plasencia-León, me atrevería a reflexionar sobre la mala suerte que tiene este corredor de que el Ministro, Oscar Puentes sea de Valladolid y no de Zamora, de Astorga, de Plasencia o de Zafra.

A medida que se acerquen las elecciones los diferentes partidos políticos deberán concretar el nivel de apuesta por el Corredor del Ruta de la Plata. Evitar, definitivamente, la España hemipléjica será su decisión y la nuestra como votantes.  

sábado, 5 de abril de 2025

El Ruta de la Plata y el Comisionado del Atlántico




En el evento celebrado en Cádiz sobre el Corredor del Oeste:Ruta de la Plata, José Antonio Sebastian, Comisionado del Atlántico, en su intervención de cierre me decepcionó. Después de Zamora y Plasencia, le tocaba a la “Tacita de Plata” y en junio, Pola de Lena. Encuentros que al parecer comienzan a molestar por el tono enfadado del comisionado. No hubo posibilidad para la réplica ni el debate respecto a su argumentario. Al parecer no habíamos estudiado su lección.

Muchos esperabamos un avance del estudio comprometido por el Gobierno de Pedro Sánchez sobre este corredor, pero tan solo hubo argumentos dilatorios y retorcimiento de datos para lanzar una sucesión de jarros de agua fría y lanzar balones fuera del terreno de juego. Nada que no intuyamos desde Canovas del Castillo: El Oeste vaciado no importa, salvo Valladolid, que tendrá una estación faraónica valorada en 240 millones de euros.

Su discurso contundente, sobrado y soberbio vino a decir que dieramos tiempo al tiempo y que no nos pusieramos tan pesados, porque había razones técnicas y financieras que lo dilatarían en el tiempo. Al parecer ese no es el caso del Corredor del Mediterraneo con una proyección de costes hasta los 50000 millones y tiempos de ejecución muy avanzados. 

Si yo fuera suspicaz pensaría que estaba tratando al Oeste de España como ciudadanos de segunda categoría, pero prefiero apreciar en él un mal comunicador gubernamental. Nada sobre el retorno económico de esta infraestructura o sobre el incremento del PIB en el oeste español o su repercusión en la descarbonización. Al parecer son argumentos prescindibles en el caso del Corredor del Ruta de la Plata. Que el Ministerio de Defensa incluya en su informe de estrategia de seguridad industrial el Corredor Ruta de la Plata como eje vertebrador Norte-Sur, tampoco merecía una explicación. Jose Antonio Sebastian, ayer hizo un flaco favor al Gobierno Central, utilizando un discurso soberbio, torturando datos técnicos que no resisten un argumentario fundamentado en razones económicas, ambientales y en la lucha contra la despoblación.

Hace unos días, el Comisionado, afirmaba en el Periódico de Extremadura que el Ruta de la Plata tardaría en hacerse unos 18 o 20 años, añadiendo un coste de 3000 millones de euros. Ayer, en el periódico “Hoy”, daba otras cantidades: “entre 4000 y 6000 millones”. La realidad es que el coste sería muy similar al coste de la línea Evora-Badajoz; en torno a los 6 millones de euros, lo que significa que en el tramo actualmente cerrado de 120 kilómetros entre Plasencia-Salamanca, no pasarían de 900 millones. Habrá que seguir reclamando que este tramo sea una realidad en 2035 y  hasta Astorga en 2040. Es posible porque es necesario para el Oeste de España y para la seguridad y defensa de Europa.

Si yo jugase a la caricatura como él a camuflar los números, cuando aún no se ha hecho público el estudio intermedio del Ruta de la Plata: Plasencia-León, me atrevería a reflexionar sobre la mala suerte que tiene este corredor de que el Ministro, Oscar Puentes sea de Valladolid y no de Zamora, de Astorga, de Plasencia o de Zafra.

A medida que se acerquen las elecciones los diferentes partidos políticos deberán concretar el nivel de apuesta por el Corredor del Ruta de la Plata. Evitar, definitivamente, la España hemipléjica será su decisión y la nuestra como votantes.  

domingo, 16 de marzo de 2025

Nos mojamos el 13 de marzo. ¡Gracias!

 


Un proceso de lucha por la dignificación ferroviaria en el Norte de Extremadura se ha puesto en marcha. Gracias a las 56 organizaciones que asumimos que hay que interpelar al gobierno autonómico y central para que establezcan una hoja de ruta alejada de tacticismos partidarios que den respuestas a las demandas de una parte importante de Extremadura.

El 13 de marzo, en la estación de tren, más de 400 ciudadanos nos  mojamos por la entrada del ALVIA en Plasencia el 1 de abril. Siguiendo la estela de la mejor tradición de la ciudad y las nueve comarcas de la alta Extremadura, hemos vuelto a salir a la calle. 

Gracias al Presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales y a toda la corporación municipal de Plasencia, por su apoyo. Sin la implicación de la Federación de Empresarios Placentina y la Confederación Empresarial de la Provincia de Cáceres (COEPCA), aunar un espíritu de unidad en unas justas reivindicaciones hubiese sido muy difícil. Allí estuvimos extremeños que representamos a las comarcas, al turismo y el comercio, a los jóvenes, a los trabajadores, a vecinos y ciudadanos. 

Gracias a todos los que fuisteis parte de una reivindicación que clama, además, por una estación de alta velocidad que estaba programada desde 2011, más una plataforma logística y la articulación del Corredor del Oeste en el Corredor Atlántico. Reclamamos que se haga público el comprometido informe intermedio del estudio de viabilidad del Ruta de la Plata, Plasencia-León.

Hemos hablado sin pelos en la lengua. En la concentración volvimos a denunciar delante de todos, los graves errores cometidos. El cierre del Tren Ruta de la Plata hace 40 años, la cancelación incomprensible en 2011, del proyecto de la Nueva Estación de AVE de Plasencia-Norte de Extremadura en Retortillo, la eliminación del tren Lusitania de Madrid a Lisboa y el "Sierra de Gredos". 

“De aquellos polvos, estos lodos”, Plasencia y el norte están en declive, ignorados en el proyecto de Extremadura, las inversiones van a las tres capitales y al resto llega “calderilla”. La provincia de Cáceres, según las cifras oficiales del INE, perdió 33.347 habitantes, mientras España creció en 10,8 millones. En la concentración hemos alzado la voz contra la despoblación y la Extremadura invertebrada. Plasencia y el norte existen, no somos castellanos.

Estamos reclamando unas respuestas claras de las administraciones en la realización de unas infraestructuras clave que aseguren la igualdad de oportunidades, el empleo de calidad y la conectividad de cualquier ciudadano a los servicios públicos.

Exigimos para el 1 de abril la entrada de un Alvia de los que en estos momentos circulan por Extremadura. Llevamos más de un año con esta reclamación en los diferentes despachos y de forma pública. Extremadura no se construye estableciendo nuevos desequilibrios a los históricos que ya conocemos. Los tiempos ganados en el trayecto Madrid-Badajoz no pueden ser a costa de obviar a Plasencia y al Norte, cuando su entrada es tan solo un síntoma de las múltiples necesidades que existen en una cuarta parte de nuestro territorio. El norte de Extremadura reclama un espacio en el mapa ferroviario de nuestra región que asegure nuestro derecho social a la movilidad.

Nuestra Presidenta, María Guardiola debe liderar un nuevo Pacto por el Ferrocarril en Extremadura 2025-2035, aglutinando a todas las fuerzas políticas, agentes sociales, económicos y a la sociedad civil, para que el Gobierno de España de respuesta a la deuda histórica que se tiene con Extremadura en materia ferroviaria. Por ello, proponemos iniciar en las instituciones de Extremadura un debate sereno y generoso que tenga por objeto alcanzar un acuerdo de comunidad, como se dio en su momento, para consensuar unas prioridades que sean negociadas con el gobierno central con la fuerza de la unidad alejada de posiciones parciales. Por otra parte, la Junta de Extremadura tiene que comprometerse aportando recursos económicos para el Convenio del nuevo proyecto “Cercanías de Extremadura”.

No vamos a perder ni un minuto más en “lamernos las heridas”, hemos pasado a la acción, a la movilización y en este momento hemos centrado el tiro en dos reivindicaciones claves al alcance de la mano. La Plataforma Logística de Fuentidueñas con 135 hectáreas, ha sido postergada durante lustros por los dos grandes partidos que gobernaron la región. En 2025 debe firmarse un Convenio de Cooperación de la Junta de Extremadura y el Gobierno de España para su despliegue junto a la nueva estación de AVE. Ahí debe conformarse un nuevo nodo estratégico, logístico del Oeste Peninsular. Y el segundo proyecto clave, es el tren totalmente eléctrico AVANT en 2027, con frecuencias suficientes, desde Madrid a Extremadura. Velocidad Alta de media distancia que nos conecta con el resto de España. Con unos tiempos aproximados desde Madrid, en función del número de paradas, a Navalmoral en 1 hora (h) a Plasencia en 1 h. y 20 minutos (m), a Cáceres en 1h 40 m, a Mérida en 2 h y a Badajoz en 2 h y 26 m. Hemos reclamado la licitación inmediata las obras de electrificación de la línea convencional de 172 kilómetros entre Humanes y Talayuela.

Instalarnos en la confrontación estéril entre las principales fuerzas políticas nos conduce a la melancolía. Los errores del pasado deben ser suplidos por objetivos, calendario y presupuestos que igualen a la totalidad de Extremadura, no solo a una parte, con las infraestructuras ferroviarias medias en el resto de España. La división política en contenidos esenciales y servicios públicos no nos la podemos permitir. Se trata de articular una hoja de ruta que posibilite la interlocución de todas las fuerzas políticas y sociales de nuestra comunidad con el gobierno central. Las inversiones ferroviarias más importantes en nuestra región se han producido solo desde la unidad. ¡Hay que mojarse! ¡La lucha imparable por el el tren continúa!.

Reiteramos las Gracias a todos los que participaron e invitamos a todos a sumarse a estas reclamaciones justas por un Tren Digno en Extremadura. Y a nuestros representantes, de todos los colores políticos, les exigimos: compromisos y respuestas efectivas, no parciales, que nos escuchen, que el Secretario de Estado de Transporte se reúna con las plataformas ciudadanas y empresarios, que tengan gestos y “más piel”. No vamos a parar, en la lucha contra la despoblación y el declive, en perder todos los años un millón de turistas por no tener una conectividad del siglo XXI, por el empleo digno y que nuestros empresarios tengan las mismas oportunidades que los de otras comunidades autónomas.

Plasencia, 16 de marzo de 2025


    Fco. Martín Simón        Miguel Coque Durán 


ALVIA EN PLASENCIA: Casi 400 personas claman por un tren digno




martes, 18 de febrero de 2025

El Alvia y Plasencia

 



Muy certero el artículo de Alonso de la Torre en la contraportada del diario HOY, -18-02-25, de “Los Alvia y Plasencia”. Vaya mi agradecimiento y creo que el de gran parte del Norte de Extremadura por su planteamiento crítico, ponderado y valiente. Uno se extraña de que alguien escriba, desde la capital, sobre un problema histórico de Plasencia; afortunadamente hay inteligencia en el planeta. 

Imagino que cuando Alonso habla en plural sobre los Alvia hace referencia a los dos que ya están en funcionamiento -ninguno entra en Plasencia- y al tercero prometido que no acaba de llegar por aquello de que a Extremadura llegan solo los trenes procedentes de Galicia, que se encuentra a la espera de trenes nuevos y hasta entonces la carrocería de segunda no nos llegará. 

Alonso de la Torre, perspicazmente, hace una correlación entre políticos y personalidades que en su momento influyeron en trazados que han terminado dejando a Plasencia y Comarcas en tierra de nadie. Nunca hemos contado con políticos que hayan mirado, ni tan siquiera por objetividad en los temas de infraestructuras por esta parte del Norte de Extremadura. La mayoría sufren de tortícolis. 

Yo no voy a hablar de los Alvia en plural, ni tampoco voy a recordar la promesa incumplida que dejó Guillermo Fdez. Vara, antes de abandonar su presidencia, sobre la entrada de dos Alvia en la “Capital del Jerte”; afirmación irónica por mi parte por cuanto las capitales tienen un estatus que en el caso de Plasencia es tan solo de carácter lírico.

La división provincial de 1833 del absolutista Javier de Burgos, no tuvo a bien dividir Extremadura en cuatro provincias con 42.600 kilómetros cuadrados, aunque sí lo determinara para Galicia con 29.575. Desconozco los criterios para que una de las regiones más extensas de Europa quedase relegada a una división administrativa biprovincial. Claro, esto es historia y por eso, puede que la exigencia histórica de esta ciudad de tener una centralidad administrativa haya sido contestada con displicencia y con argumentos alejados de la racionalidad o sencillamente ignorados, hasta por los propios representantes políticos que han ocupado cargos representativos, salvando honrosas excepciones.

La concentración convocada por la sociedad civil para el día 13 de marzo reclama lo que finalmente decidió el Gobierno de España por razones no explicadas ni argumentadas: por cuestiones de eficacia, a Plasencia llegaría tan solo un Alvia en el mes de noviembre del año pasado. Más tarde, ha sido la terminación del byes pas de Mérida la razón de la demora. Celebrado el 2025, el cambio en la presidencia de Renfe ha sido la que ha dilatado la llegada del Alvia, y puede que ahora la causa sea que la abuela no fuma. Llegado este momento la ciudadanía de Plasencia y del norte de Extremadura tiene que dar muestra de madurez o de interés por lo que le toca defender; porque los quejíos tienen su encanto emocional, pero es mucho más digno cantar por derecho, comprometiéndose. Otra opción es abandonarnos a nosotros mismos. Nuestro silencio sería complice y justificación para que nada cambie.

En este lance, el alcalde de Plasencia sigue en su deriva; este problema no existiría si en el 2012 la estación de alta velocidad hubiese seguido su curso en Retortillo y ya estaría hecha. De la presidenta de Extremadura, María Guardiola, no sabemos nada; nada que decir sobre la estación de la alta velocidad de Plasencia; nada sobre el tipo de estación que debemos tener como zona de importancia logística; nada sobre qué papel debe jugar el Norte de Extremadura y nuestra comunidad con la articulación del Ruta de la Plata en el Corredor Atlántico. Nada sobre el mapa de movilidad de Extremadura y la movilidad de todos los extremeños; también la del Norte de Extremadura

El problema no es cúando llega el tercer Alvia a Extremadura. A nuestra comunidad llegan dos Alvia; uno de ellos debe entrar antes del 1 de abril en Plasencia. Los tiempos a ganar entre Madrid-Lisboa no pueden hacerse a costa de Plasencia y el Norte de Extremadura.


  Los tiempos a ganar entre Madrid-Lisboa no pueden hacerse a costa de Plasencia y el Norte de Extremadura


martes, 21 de enero de 2025

Congreso Socialista en Plasencia




Acaba de cerrar el 15º Congreso del Socialismo Extremeño.  El hecho de ubicar en Plasencia, por primera vez, la celebración de un evento tan importante es toda una declaración de intenciones del Secretario General, Miguel A. Gallardo. Sabe que si quiere gobernar Extremadura deben cambiar cosas como el aislamiento político, económico y cultural de una ciudad que no solo se representa a sí misma sino que debería representar los intereses de todo un norte de la región.   

En una región tan extensa con dos provincias, sin descentralización, se generan situaciones donde Plasencia termina siendo una anomalía por resolver. Y la situación límite de Plasencia ya no da más de sí. A la denominada capital del norte hay que darle un estatus de capitalidad para no perderla; ni es capital de la comunidad, ni es capital de provincia, ni pertenece a una mancomunidad... Somos una ciudad escrita en nuestra carta autonómica, en el artículo 48, que contempla una institución estatutaria como la figura del Personero en Común que es reclamada desde hace 30 años; por no hablar del edificio “Múltiple”, símbolo de lo que debiera ser mayor acercamiento a los administrados, que con el tiempo amortiza cada vez más empleados públicos.  

La necesidad de incorporar a Plasencia al proyecto socialista es vital. Plasencia es la ciudad extremeña con la abstención más alta; diez puntos por encima de la media extremeña. Esa cifra es la clave para el cambio. Alguna culpa en esa indiferencia han tenido los distintos gobiernos extremeños y la propia Diputación de Cáceres, con ausencias ficticias pero también reales. 

En la última década hagamos un ejercicio de memoria de políticos placentinos en nuestras instituciones como parlamentarios, diputados o directores generales y entenderemos muchos de los resultados fatídicos sobre nuestra ciudad. Y claro que no es una cuestión de cantidad pero sí, al menos, de calidad.

Plasencia, partida por el Tajo, siempre ha caído muy lejana. Para amplificar la distancia, en las últimas cuatro legislaturas, hemos tenido un alcalde que venía bien a cualquiera de las opciones políticas; para unos era una máquina de ganar elecciones y para el otro un argumento de justificación para la inacción. Su escasa capacidad para la negociación, sus equivocaciones históricas y su talante de confrontación institucional, hasta con los propios, nos han llevado hasta aquí.

El Congreso Socialista en Plasencia nos deja un propósito de enmienda del nuevo Secretario General del PSOE de Extremadura, que entre otras cosas ha sabido ganar la plaza socialista en la ciudad, porque esto no va de Badajoz y Cáceres, va de cohesión territorial donde hay que incorporar al Norte de Extremadura, en el que Plasencia pueda ser algo más que la capital lírica del Jerte. Esto va de “la tierra que nos une”, el lema del congreso.

Fernando Pizarro afirmaba en una de sus declaraciones sobre las expectativas importantes que había con el Presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, con el que tenía buen “feeling”. La verdad, no entiendo que hayan tenido que ser organizaciones civiles como Manifiesto X Plasencia y MSU quienes hayan tenido que abrir la maleza y desescombrar para volver a una situación histórica como cuando D. Manuel Veiga, Presidente de la Diputación de nuestra provincia, despachaba en Plasencia y le daba a ella y al Norte, más que esplendor.

Aviso a navegantes: las costuras están abiertas y hay que retratarse. Muy acertado el congreso socialista en Plasencia donde en su ponencia marco se han recogido propuestas de futuro para el Norte de Extremadura relacionadas con infraestructuras. Esperamos el desembarco de la Diputación y sobre todo de la Junta de Extremadura; porque las citas médicas no pueden ser de doce días, ni  solo vivimos de palomitas en los presupuestos de Extremadura.  

  

  Otros artículos:    

  la encina solit(d)aria: Plasencia y el Titánic

 la encina solit(d)aria: Plasencia en tierra quemada

 la encina solit(d)aria: 40 años sin tren "Ruta de la Plata"

 

 

martes, 14 de enero de 2025

Plasencia y el Titánic



Se apagan las luces de una ilusión de cabalgata de Reyes e Inocencios. El rey de siempre, entre los adornos que le procura la comparsa de fieles, repite su sueño montado en una carroza que bien podría ser la metáfora de un barco a la deriva. Cientos de luces arropan la parte noble de la plaza que no pueden esconder el saludo jocoso de los plebeyos del fondo sur desde una balconada sin luz, con una pancarta de indignación, que expresa el estado de ánimo sobre las cosas.  

Vuela sobre la ciudad una molicie que curte nuestros rostros de negligencia con sabor a pereza que disfraza la incuria de una sucesión de fotogramas en una secuencia congelada, que se confunde con la falsa espera de lo que debe pasar y nunca pasa. Tal vez se fueron los mejores o se tuvieron que marchar porque nos sobraban y nos siguen sobrando factores de expulsión acumulados en nuestra historia. Es como un polvo en el viento que nos recuerda, momentáneamente, que hay anuncios de tormentas desérticas pero que solo sirven para ponerse a cubierto mientras podamos, para terminar perdiendo la mirada fértil del horizonte .

Me sirve una cita de Leonardo Padura en sus eternas reflexiones sobre su Patria en decadencia para recordar los nombres de ciudadanos que lo intentaron, con derrotas personales y colectivas, y ahora reclaman el silencio  por el dolor de aquellas batallas perdidas: “Nos dedicamos a reconstruir las cosas que pasaron, y las cosas que tuvieron que pasar para que esas cosas pasaran, y las cosas que dejaron de pasar porque pasaron esas cosas”.  El paso del tiempo sigue señalando con más vehemencia a los sujetos activos de lo que pasó y no es nada bueno que pasara. Y acude la frustración porque dejamos pasar lo que ha pasado. Pudimos haber hecho algo más para no sentir ahora la aspereza del desengaño.

Casi todo se convierte en un teatrillo de pueblo taciturno. Una tramoya bien adecentada propicia para los giros de escena, el foso de músicos que acompaña virtuosamente al protagonista de la escena haciendo desfilar con una flauta al considerado y domesticado público. Cañones de luces le acompañan en sus zigzagueos malabarista para mantener la ilusión de los Inocencios, abriendo y cerrando el telón. Todo está pergeñado aunque a veces el apuntador equivoque al artista ocultándole que va desnudo y entonces este desaparece momentáneamente entre bastidores y bambalinas en sus escasos momentos de lucidez. Y hay hasta espacios ocultos al público al servicio de las posverdades, para no arruinar la función.  

Y entonces equivocamos la vida con el bullicio, el ocio euforizante con el ruido tabernario, las murallas seculares de la ciudad con museos inexistentes, anuncios deslumbrantes que nunca se cumplen, suelos quebrados que anuncian besos sobre el suelo, calles oscuras que alimentan el miedo, una carroza con un barco llamado Titánic y entonces es cuando los días se convierten en tardes desmayadas y repetidas. 

Y cuando despertamos de la fiesta o de la siesta, “nos dedicamos a reconstruir las cosas que pasaron, y las cosas que tuvieron que pasar para que esas cosas pasaran, y las cosas que dejaron de pasar porque pasaron esas cosas”.

Despejen el escenario, camerinos y platea. ¡Sálvese quien pueda! Reconstruyo recuerdos de nombres ausentes y presentes, y causas enterradas en un cementerio de proyectos e ideas que algunos pretendes hacernos olvidar.