jueves, 11 de julio de 2024

La estación de nunca acabar



A veces una mala decisión, en un momento determinado, condiciona el futuro de un territorio y de una ciudad, y entonces todo comienza a ser manifiestamente empeorable. Les muestro el relato de un error que unos nos ocultaron y que otros no supieron comunicar, llevándonos a un cansancio de fechas y desaciertos.  

Si se acercan por Fuentidueñas, verán los carteles del Gobierno de España y de Adif, anunciando la Declaración de Impacto Ambiental aprobada en el BOE 06/12/2007 y la actuación sobre la conexión de Plasencia con la que debería haber sido la nueva estación de alta velocidad, con una inversión de 27.774292,52 euros. Dos años más tarde, se somete a información pública, a efecto de expropiaciones el Proyecto "Estación de Plasencia-Plataforma". Seguro que la exalcaldesa, Elia Blanco, lo recuerda mejor que nadie.  



En el 2011 se produce la confluencia de los Gobiernos del PP en Plasencia, Extremadura y España; con el tridente Pizarro, Monago y Rajoy. Y aquí comienza la historia de la estación de Plasencia de nunca acabar, con la exministra del PP, Ana Pastor.  

De un proyecto aprobado por los socialistas en Fuentidueña, pasamos a otro en el 2013, asignando tres millones de euros, comunicados por la ministra que habló un día de abrir el Ruta de la Plata. Eran tiempos de recortes. Ahí empezó todo. En noviembre de 2013, el siempre recordado, Antonio Sánchez Ocaña, informa en su diario de cómo el “Nuevo Modelo de desarrollo de los corredores de Alta Velocidad-ADIF-, suprime la estación de Plasencia junto al corredor AVE, para adaptarse a la austeridad presupuestaria”, dándonos el cambiazo por una remodelación de la estación actual.

En resumen, nuestro actual alcalde, renuncia a la Estación -Línea de Alta Velocidad- de Fuentidueñas e inicia un relato de corto recorrido, queriendo hacernos creer que el AVE entrará en Plasencia. El ahorro para el Gobierno es de más de veinte millones y el relato que nos venden es que el PP ha conseguido que el AVE tenga parada en Plasencia. Pero el tiempo pone a cada uno en su sitio.

Años más tarde, en el 2018, los socialistas vuelven a plantear la opción Retortillo o Fuentidueña, a las afueras de Plasencia. Es evidente que un tren de alta velocidad tiene dificultades técnicas y de tiempos para entrar en Plasencia, sirviendo la estación como lanzadera para conectar con Fuentidueña. Los diputados del PSOE, Cesar Ramos y Pilar Lucio, acompañados por el regional Francisco García y el senador M.Á. Nacarino solicitan al Ministerio de Fomento que relancen los estudios porque argumentan que la estación de Plasencia es un fondo de saco donde no puede entrar un AVE.

Y es cuando volvemos a la hemeroteca y Fernando Pizarro dice: “Los socialistas de nuevo hacen un flaco favor a la ciudad; un buen servicio va unido a su cercanía”, y a renglón seguido, avisaba César Ramos: “…sin tener una estación de alta velocidad en el bypass que se ejecuta, muchos trenes no podrán parar”. La idea de los socialistas estaba encaminada a posibilitar una lanzadera desde Plasencia a Fuentidueña porque era lo que aconsejaban los técnicos. Fuentidueñas era el espacio lógico porque anticipa su proximidad con suelo industrial, una ubicación abierta a la autovía Ruta de la Plata, y a Portugal por la futurible Ex-1 hasta Castelo Branco.

Años de silencio, pero las contradicciones generan nuevas soluciones a medias. Tras una licitación fallida a principios de 2024, por incomparecencia de empresas, quedaba desierta, presentándose en estas fechas una nueva licitación por un coste escasamente superior al anterior, anunciándose posibles cambios de ubicación. Hemos vuelto a perder tiempo y los Alvia siguen pasando de largo porque así el trayecto Badajoz-Madrid gana tiempo. 

Manteniendo que soy un profano en estas cuestiones me surgen preguntas que el Gobierno debería, pedagógicamente, explicar. En un primer lugar, si no fuera Fuentidueñas-Retortillo, qué razones hay para hacer ese cambio de ubicación, cuando la zona consensuada de siempre, era el lugar estratégico más cercano al desarrollo de suelo industrial previsto y su continuidad con la posible reapertura del Corredor del Oeste-Ruta de la Plata. Lo digo porque la palabra del Presidente Vara debería servir para algo cuando afirmó en Plasencia, en junio de 2022, que "la estación de Plasencia deberá ir ligada a un espacio industrial". En el 2015, se aprobó un Plan Muncipal con el desarrollo de 150 hectareas. Ahora, solo hace falta que Fernando Pizarro se ponga a la taréa con la Entidad Estatal del Suelo -SEPES-

En cualquier caso, llevamos catorce años de errores en la gestión de una estación que es el cuento de nunca acabar. Cuando nos preguntamos por qué tenemos problemas para subirnos a los dos Alvia con los que cuenta Extremadura, en un juego malabarista de esta fatídica microhistoria, podemos pensar que la estación de Fuentidueñas podría estar resuelta hace muchos años y que gran parte del Norte de Extremadura podría estar beneficiándose de trenes que ahora pasan de largo. En aquel momento, hubo un gobierno del PP que optó por una estación muerta, vendiendo trenes imposibles que te dejaban a las puertas del Ayuntamiento de Plasencia. Algunos lúcidos políticos dicen que Monfragüe queda cerca, por ahora, o que la culpa es del Gobierno.

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