martes, 25 de junio de 2024

Extremadura: El estado de la inacción

 



En el primer debate de la comunidad extremeña en el que participa María Guardiola, como Presidenta de Extremadura, puede que haya llegado a la conclusión de que se gobierna en el DOE; lo de la escucha en la calle a estas alturas es un cuento que se lo cree ella y los suyos. Que se lo cuenten a los de Martín Palomino en Plasencia o a los de Moraleja con la autovía. 

En relación a lo escrito por su gobierno, negro sobre blanco, deja traslucir el efectismo populistas de medidas como el cheque guardería o el cheque de inglés, y de otras de las que ya conocemos su rentabilidad como la tarifa cero para autónomos. La innovación de esta derecha es cada día más previsible.

Hasta ahora, María Guardiola, en los doce meses de su mandato, no ha hecho otra cosa que inagurar servicios o infraestructuras que se encontraban en el tránsito de ser finalizadas procedentes del gobierno anterior. No vaya a emocionarse con la resultante de mercancías que salgan de Badajoz, Mérida o Navalmoral, porque la euforia del poder a uno le conduce a patrimonializar como bueno todo lo que hasta ayer era malo. Mire a ver si la Plataforma Logística de Badajoz echa a andar. 

A la Presidenta, en su discurso inicial, se la veía crecida. En la intervención del diputado socialista Vergeles, se mostraba graciosa, con múltiples complicidades gestuales y miradas traviesas con sus consejeros. Eso de que el PSOE extremeño haya estado, inevitablemente, en traspasos de poderes puede que le haya facilitado la vida en su entronización con el poder, compartido con la extrema derecha, pero no todos los días son domingo y la Memoria "histérica" es la mejor referencia de los suyos para el diálogo y el respeto, que exige en los demás. 

Luego, llegó Irene de Miguel, que con un relato inteligente, bien construido y desenfadado, fue mutando la cara de la Presidenta, cuando le hacía preguntas que le sonaban a "chino" o le sacaba los colores. Creo que en esos momentos, tomó conciencia de que el debate sobre Extremadura no era como una celebración de colegio por su primer cumpleaños de inacción. 

El discurso cansino sobre la igualdad y la amnistía es la marca Génova de aquellos que no tienen ideas y propuestas porque se dedican a sestear en una demagogia emocional, que no niego que tenga sus réditos electores, pero carecen de solidez y crédito intelectual. 

En su primer año de mandato, se ha dejado llevar por la corriente de los indicadores económicos y de empleo en España, para hacer una reforma fiscal de la que solo se han enterado los 1200 extremeños con patrimonio millonario, que se han ahorrado unos miles de euros.

En serio, a mí me hubiera gustado que en infraestructuras hubiese dado una alternativa a la concertación del anterior gobierno en materia ferroviaria. Recibió la visita del Ministro, Oscar Puentes y nunca más se supo. ¿Qué pasa con el tren convencional dentro de Extremadura? Silencio absoluto con la entrada de los Alvia en Plasencia y con su estación de alta velocidad. Si le gusta hablar de igualdad, hablemos. Al parecer, al fin los trenes que surcan el "Ruta de la Plata" todos tienen enchufe. Gobernar no es ponerse una chaquetilla de torero en la feria de Plasencia, Sra. Guardiola.

La joya del debate ha sido la declaración de Guardiola:  "Hay que luchar por Almaraz, con firmeza y decisión; que nadie nos quite lo que es nuestro". ¡Cómo se devalua el patrimonio extremeño! Una región que triplica su producción con respecto a sus necesidades energéticas, habiendo un acuerdo en el 2019, entre Gobierno y entidades como Endesa e Iberdrola, para efectuar su cierre en 2027-2028, debería estar hablando de las condiciones en que debe darse la prórroga o la finalización de su vida. Estoy hablando de desmantelamiento, reconversión de empleo en el caso de cierre o en el de almacenamiento de residuos, inversiones o exención fiscal eléctrica para nuestra comunidad. No vaya a ser que todo siga igual; beneficiando a empresas que tributan en otras comunidades, cuando a nadie le puede ser indiferente que su vida sobrepase los 45 años. 

Claro, nos pasamos el día hablando de la singularidad de Cataluña y se nos olvida que nuestra singularidad es que no necesitamos electricidad, tenemos agua y nos sobra territorio. Del regadio en Tierra de Barros, el problema vital de la despoblación en Extremadura, la caida de la sanidad extremeña en el ranking nacional o la calidad en el empleo, mejor no tocarlo.

¡Muy flojita, Sra. Guardiola! 

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