martes, 18 de junio de 2024

Plasencia busca padrino o madrina



El eco de las Ferias de Plasencia nos deja algo de ruido y fuegos artificiales con el que disfrazar la evidencia de su parálisis endémica. Menos mal que como preámbulo de la fiesta, Fernando Pizarro y María Guardiola, inauguraron la Avenida Universidad; financiada por el Gobierno del anterior Presidente de Extremadura, Guillermo F. Vara. La verdad es que queda un poco feo hacerte protagonista de lo que propiciaron otros. 

El cierre de las ferias, con tarde de toros, lo hizo la actual Presidenta de la Junta, amadrinando a un joven torero, Ginés Marín. La chaquetilla taurina que lucía Guardiola, había sido confeccionada por una placentina, que debiera haber salido en la foto. Hasta aquí, todo era previsible y no hay nada que desmerecer; que siempre estamos con la misma cantinela de que nos gastamos en fiestas el dinero que no tenemos. 

Ahora, hablemos de las cosas del comer. La Asociación ciudadana "Manifiesto X Plasencia", se ha reunido con el Presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Angel Morales para trasladar propuestas de futuro para la ciudad. Plasencia necesita un milagro o un padrino. No cabe duda de la gran aportación que deben y pueden realizar administraciones como la Diputación, La Junta o el Gobierno Central en Plasencia. Si hablamos de "singularidades", considero que la denominada Capital del Norte de Extremadura se lleva la palma. 

Las propuestas que planteamos no son nuevas. Venimos reclamando, como quien predica en el desierto, que nuestra ciudad necesita romper inercias que nos conducen a la melancolía y hay que remar de otra forma diferente a la de la última década. Por ello, reclamamos, a la Diputación de Cáceres y al propio Ayuntamiento, que revitalicen la interlocución porque hay trabajo de sobra. Levantar un teléfono, reunirse, evaluar y planificar les aseguro que no cuesta nada. Lo ha hecho la Asociación "Manifiesto X Plasencia y seguro que lo seguirá haciendo mientras que quien debiera hacerlo no lo hace.  

La Casa del Deán debe ser rehabilitada y puesta a disposición de la ciudadanía, que es lo que viene reivindicando gran parte de los placentinos-as. Afortunadamente, pasó a mejor vida el intento de cesión de un edificio público a una empresa privada, gracias a la presión de la oposición y de la ciudadanía. Ceda el Ayuntamiento esta propiedad a Diputación para posibilitar un espacio que recepcione como pinacoteca una parte de la obra de nuestro paisano, Enrique Carrero. Me cuesta trabajo comprender que desde su ofrecimiento a la Junta de Extremadura, no haya habido una fijación de postura por parte del Alcalde de Plasencia ni de la propia Junta. 

Complétese con la producción pictórica de otros pintores de la ciudad como Nicanor Alvarez Gata y Fco. Ruiz de la Hermosa. Que figuras como Vicente Paredes o García Matos tengan un espacio reservado no puede ser como pedir peras al olmo. Que una ciudad como Plasencia no tenga una oficina provincial de turismo es una falta de visión o una desidia. Que no pueda utilizarse este maravilloso espacio para ampliar servicios de la Escuela de Bellas Artes o el Conservatorio de Música es una falta de pragmatismo. Que siendo Plasencia una ciudad donde se editaban periódicos y revistas como setas, en el siglo XIX y XX,  no disponga de una hemeroteca de esta producción amplifica nuestro desinterés por nuestra historia. 

Plasencia no forma parte de ningún consorcio con otras administraciones. Somos una ciudad, agraciada por la historia con un capital a resaltar, y miramos a otro lado ante fórmulas contrastadas en Badajoz, Mérida o Cáceres, donde sus Ayuntamientos se arropan con la Diputación o con la Junta de Extremadura para embellecer sus ciudades. 

En Cáceres, la Diputación colabora con el "Gran Teatro" en una experiencia de excelencia con doscientos cincuenta mil euros. En Mérida, la Junta de Extremadura con el Teatro "Maria Luisa". No puede ser tan dificil crear un consorcio con el Teatro "Alkazar" cuando ello significaría un espaldarazo a la cultura en todo el Norte de Extremadura. Y por otro lado, es lamentable que nuestro Auditorio, con 28000 visitas y casi un centenar de actividades en 2023, no sea un vector dinamizador económico de nuestra ciudad y viva en la soledad de las administraciones. Una oficina con recursos humanos y técnicos, situaría a este equipamiento en un importante centro del oeste de congresos. Un potencial para diversificar una oferta turística que no puede estar enfocada, tan solo, en ampliar el turismo de cañas. 

Plasencia quiere estar presente en la Fiesta de Jato, donde se expone una importante representación del folklore de la alta Extremadura, al mismo tiempo que quiere formar parte de otra experiencia interesantísima de la Diputación como es "Tiempo Negro"; que recoge la memoria histórica y democrática de nuestra tierra. O ser una subsede del Festival de Teatro Clásico de Cáceres porque aún recordamos aquella experiencia de compartir, en 1991, una teatro de calle en la plaza de San Nicolás que echamos en falta. 

Bueno, verán que hay chaquetillas de torero para cortar. Y uno no entiende, ¿A qué se está esperando para laborar el futuro de otra Plasencia?. A esta suerte, están convocadas todas las administraciones, porque Plasencia necesita un Padrino o una Madrina que nos mire con ojos de amigo y que oiga el silencio de nuestras justas quejas, porque nos tienen dormidos entre placas y selfies. Esta plaza requiere ir de frente, porque es la forma más generosa de torear. 


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