domingo, 24 de septiembre de 2017

España y Cataluña 2.0




Todos los errores cometidos por unos y otros ya forman parte de la historia, aunque es oportuno hacer el relato previo a sus consecuencias nefastas, aún no percibidas, para comprobar que más que buscar el dialogo, optaron por el tacticismo cortoplacista para afianzar su cuota de poder, cuando era más que evidente que fueran visualizados como responsables de las políticas austericidas.  

Hay que situar como rebrote del conflicto la aprobación del nuevo "Estatut de Catalunya" en 2006, que solo fue respaldado por un 36% de los catalanes con derecho a voto y que la participación en la consulta no llegó al 50%. Estos datos son elocuentes para entender que el pirómano de Rajoy con la recogida de firmas contra la reforma del Estatuto, su recurso posterior al Tribunal Constitucional, y decenas de maniobras para su desnaturalización, fueron lógicamente entendidas  por el nacionalismo catalán como una confrontación y por lo tanto como madera suficiente para encender la caldera que tanto juego les ha dado a ambas opciones. 

Eran tiempos de bonanza; Zapatero gobernaba retirando las tropas de Irak, legalizaba el matrimonio homosexual, implementaba su acierto social con la ley de la dependencia y de la igualdad, nueva regularización de inmigrantes, juzgados para la violencia de genero, inicio del proceso de paz de la banda de ETA... Pero el PP, con su "España se rompe", intentaba encontrar su espacio y lo encontró. También el nacionalismo catalán entendió que la "guerra de banderas" era una oportunidad, sobre todo cuando acuciaba la crisis y los recortes que vendrían anunciaban una revuelta social contra las instituciones y se concluía la implicación corrupta de la familia Pujol más la de Convergencia en la "masía" catalana durante más de tres décadas con el famoso "tres per cent". 

El gobierno de Artur Mas se puso a la vanguardia, con el soporte del PP y de ERC, de los tijeretazos que sin complejos se extendieron por toda España pero con la habilidad de dar un giro en el 2012 hacia el independentismo obteniendo la desviación del tiro con el argumento sabido de "España nos roba". El Govern catalán figura como segunda comunidad autónoma de España con mayor reducción en gasto social, con un 26%, en el periodo 2009 a 2015; puede que tenga algo que ver el desvío de estos fondos a la causa. 

A partir de aquí, vuelta al rearme tribal y recuperación de los mitos sobre el maltrato a Cataluña. La razón lleva a recovecos insalvables y es más manipulable la utilización de las emociones para poder justificar una Ley de Referéndum unilateral y una Ley de Transitoriedad con agresiones no solo a la Constitución, que Cataluña aprobó vehementemente por encima de la media de España, sino a su propio "Estatut de Catalunya", despreciando la representación parlamentaria de un cincuenta y dos por ciento de los catalanes. 

Cada parte, en lugar de hacer política hace relatos para ganar el 1-O, aunque al día siguiente la realidad sustituya a la ilusión condicionada y haya que dar respuestas tangibles a la deuda catalana convertida ya en basura, a la anunciada marcha de Cataluña de empresas multinacionales, a la dependencia de las empresas catalanas con respecto al mercado español con un saldo que compensa su saldo negativo de su balanza comercial con el extranjero, su integración en la Unión Europea, o la más que evidente fragmentación social. 

Efectivamente, esto ya no va de independencia, va de democracia; la democracia que se han pasado por el arco del triunfo los gobiernos de Rajoy y Puigdemont. Dos gobiernos que han justificado sus oscuros intereses con la palabra democracia y libertad están poniendo en riesgo la convivencia de la ciudadanía y están invalidados para auspiciar un camino de acuerdo y de pacto político para pasar página. En este contexto, dos partidos corruptos, que representan a unas élites a la búsqueda de más poder, han logrado que el debate territorial sea asumido muy por encima del debate social, en unos momentos donde se visualizan las consecuencias de los recortes sociales que ellos mismos han propiciado. Sigo sin entender por qué razón se desaprovechó la oportunidad parlamentaria en las elecciones del 20-D de 2015 para desalojar a Rajoy y al PP del Parlamento, a no ser que a todos les interesara su permanencia. 

La desvertebración de la izquierda ha posibilitado un espacio amplio para los juegos florales entre una derecha rancia españolista que significa un acelerador para la ruptura de España y una derecha catalanista de campanario que de momento ha conseguido fraccionar la sociedad catalana. Las dos derechas, en su sustrato profundo, son antidemocráticas y golpistas. Su estrategia es fomentar la división para sobrevivir en la permanente confrontación. Urge unas elecciones anticipadas en Cataluña y en España que aborden las necesidades reales de la mayoría social que no se envuelve en ninguna bandera. Hay que independizarse de Rajoy y Puigdemont. 


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           http://canchales.blogspot.com.es/2013/05/a-vueltas-con-las-cigarras-del-sur.html


  • La derecha "catañola": una y "trina".      http://canchales.blogspot.com.es/2017/08/la-derecha-catanola-una-y-trina.html


1 comentario:

  1. Me gusta, pero si para ti, para mi y para millones de personas se debiera tratar de democracia, ellos han decidido que nos equivocamos, solo se trata de Independencia Si o No.

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