miércoles, 26 de noviembre de 2025

Anatomía de un partido farsante.




 

Mazón se pregunta ante un periodista: "¿Cuando he mentido? El verbo mentir se hizo carne y habitó entre ellos, como acervo del Partido Popular. Y la mentira llevó a la mentira en un coro afinado de plumillas y políticastros que arrastrados por convertir su deseo en realidad no cesan de mentir, inventando una verdad paralela. Ya lo dijo el periodista Emilio Romero: "La derecha gobierna para doscientas familias y eso no da votos suficientes, por eso, para ganar unas elecciones, la derecha tiene que mentir". Ahora, puede que por eso, filtrar una verdad haya que perseguirlo. Que la verdad no suponga nunca un impedimento para alcanzar el poder.

Aún permanecen y permanecerán los ecos de las mentiras en el suceso del Yak 42 con 75 fallecidos; con una contratación irregular del avión y con falsificaciones en la identificación de los muertos, que se cerró sin culpables. El ministro Trillo nunca fue condenado, aunque sí su ministerio.

Un año después, un dramático 11 de marzo fue el comienzo de una mentira más intensa. Clavo ardiente para una derecha que, por necesidad, desde la Transición había consensuado un contrato social que permitía una estabilidad contenida, para salvar los muebles, los nombres y las haciendas. Pero aquel trágico día, rompieron todos los consensos y provocaron el inicio de la polarización. El trumpismo sin Trump había nacido.

La fabricación de bulos y una mentira sobre los causantes de la matanza, derivó en una salida del carril democrático. Desde entonces, ya nada ha sido igual y el PP ha transitado, cada vez con más peligro, por las líneas rojas que le alejan de su intento inicial de ser un partido de Estado. 

El 14 de marzo, con la victoria de Zapatero, comenzó un relato sobre la ilegitimidad de los gobiernos socialistas que aún no ha abandonado. Con Pedro Sánchez la historia de Zapatero se repite: confrontación, manipulación, deslegitimación y crear las condiciones para un insufrible ruido que provoque la tensión social necesaria para un cambio de Gobierno.

El 11 de marzo comenzó un viaje hacia la sobreactuación, la hipérbole y la manipulación que ha desembocado en un intento de deslegitimación cada vez que ha vuelto a gobernar el PSOE. Un itinerario que comenzó con su fallida “teoría de la conspiración” por la vía de una sentencia jurídica y por la de los hechos. Una cinta de la Orquesta Mondragón significaba una prueba de la implicación de ETA en el atentado. El Mundo con Pedro J. Ramírez, Jiménez Losanto y la COPE, en alianza con el PP, multiplicaron las dudas junto al que formó parte del ”trió de las Azores”, asumiendo el dogma de que los terroristas de aquel fatídico día no andaban en desiertos muy remotos ni en montañas muy lejanas. Y se fue de rositas.

Tras la vuelta de las tropas españolas de Irak, vino la Ley de Igualdad, el reconocimiento del matrimonio homosexual, el divorcio exprés, o la Ley de Memoria Histórica y ante estos avances sociales, el PP elabora a través del Foro de la Familia toda una suerte de movilizaciones repetidas para luchar contra las plagas y catástrofes que anunciaban el fin de la familia. Ni siquiera la gratificante financiación a la Iglesia Católica a través del Impuesto de la Renta amainó la movilización propiciada desde la misma cadena de radio que auspició la crispación social con sus tremendismo.

El boicot al Estatuto de Cataluña fue otro banderín de enganche en aquellos malos tiempos para la derecha. En sus cerebros podridos estaba habitando la utilización de policías patrióticos, jueces a sueldo y charlatanes y voceros en nómina. Y de aquellos barros, estos lodos de confrontadas banderas nacionalistas con “Espanya ens roba o España se rompe”. Cataluña nunca falla.

Cuando nos preguntamos sobre la polarización social en nuestro país, podemos concluir que la derecha solo vio en su momento una estrategia para alcanzar el poder a través de la polarización, la confrontación y la tensión social. No fue suficiente que en el 2011, la banda terrorista ETA cesara en las armas y la derecha volvió a agitar el fantasma de las cesiones y la venta de la Patria al enemigo.

Perpetuar la mentira como postverdad, dinamitar los consensos sobre instituciones, hablar de libertad para acusar al otro, mientras en un edificio de la calle Génova se destroza a martillazos la verdad. Caso Gürtel, Púnica, Lezo, Acuamed, Arena, Auditorio, Baltar, Bárcenas, Caballo de Troya, Camp, Ciudad del Golf, Lino, Mercamadrid, Naseiro, Ópera, Palma Arena, Pokemon, Porto, Terra Natura Benidorm, Torres de Calatrava y cienes de cienes más.

La última noticia es que Feijóo convoca concentraciones contra la corrupción. Imagino que los escenarios de las mismas tendrán lugar frente a la Diputación de Almería, en la Calle Genova, nº 13, de Madrid o frente al "Ventorro", en Valencia. 

jueves, 13 de noviembre de 2025

La Sociedad del Cansancio y Psicopolítica

 

No se puede negar que Chul-Han, reciente premio “Princesa de Asturias” lleva irrumpiendo con fuerza como filósofo contemporáneo, con una producción extensas de libros, lo que me hace plantear una primera consideración relacionada con su hiperinflación, como filósofo, equivalente a la hiperinformación que nos ofrecen las redes sociales, que él considera un peligro.

Acabo de leer dos de sus libros editados, en la segunda década del presente siglo: “Psicopolítica” y “La Sociedad del cansancio” poniendo el foco en el paso de una sociedad disciplinaria (XIX) a otra del rendimiento (XXI), a través del control sutil de las conciencias, que desarrolló Foucault en su concepto de biopolítica. De una sociedad donde hay un espacio entre amo y esclavo, o vigilante y preso, a otra donde se produce la integración de todos ellos, en uno. Es la sociedad de los emprendedores, autoexplotados, pasando de un verbo “deber” a otro más productivo: “poder”. Es la sociedad de “Sí, se puede”. El nuevo individuo “libre” es degradado a un órgano sexual del capital, impelido a producir ilimitadamente, culpabilizando al sujeto de su posible fracaso. 

Del panóptico físico de la sociedad disciplinaria como es la cárcel, pasamos al panóptico digital: el Big Data como instrumento psicopolítico que permite pronósticos mucho más certeros que la estadística, actuando sobre cada una de nuestras emociones. De la sumisión y el control de los cuerpos a la dependencia de las mentes, eliminando resistencias porque enfrente no hay aparentemente nadie.

Si es cierto que la “libertad” del positivismo genera una sobresaturación de metas, ideas, saturación de información que provocan la sociedad neuronal con la aparición de enfermedades mentales como el “Síndrome de Desgaste Ocupacional” -Bournot-, afirmar que ya no es necesario explotar a nadie contra su voluntad es aceptar una derrota global.

En “Psicopolítica hace un análisis del neoliberalismo como sistema de poder que controla la psique individual a través de la seducción, evitando la coerción: “El yo como proyecto que cree haberse liberado de coacciones externas y ajenas; ahora, se siente coaccionado por el rendimiento y la optimización”. Ese paso del “deber” en una sociedad fordista fabril, donde la obra de G. Orwell, “1984” podría ofrecerse como un panóptico en el cual todos nos sentimos acechados, a otra de “productividad” donde el verbo “poder” nos convierte en seres ultracompetitivos, vigilantes del vecino, dándose una paradoja en el concepto de libertad, desembocando el hombre en la negación de no poder, poder.

Si la descripción de Chul-Han, en Psicopolítica, es acertada en cuanto a que la dialéctica del capitalismo industrial muta, para defenderse, a otras formas más de carácter financiero o especulativo, no deja de caer en una explicación reduccionista al simplificar que todo ello conlleva la desaparición de la lucha de clases sociales. Ni todos queremos ser “emprendedores”, ni todos caemos en la autoexplotación, precisamente porque mucha gente sigue creyendo en la lucha de clases mientras haya ricos y pobres. La vuelta a la jornada de 13 horas en Grecia o la lucha sindical, en España, por la reducción de la jornada a 37h y media son evidencias de un conflicto permanente entre los medios de producción y aquellos que no se creen la autoexplotación.

Para mí, Chul Han, comete una generalización peligrosa que debería explicar más o establecer gradientes a su aseveración. Si la lucha de clases, que contempla confrontación de colectivos, se transforma en la lucha interna de cada individuo consigo mismo; siendo todo en uno, amo esclavo, vigilante y preso, ¿nos está diciendo que no hay un "nosotros"? Si bien es cierto que, conceptualmente, la Dictadura del Proletariado ha sido sustituida por la dictadura del capital, deberemos aseverar que las luchas colectivas de ayer y hoy, en sus diversos formatos, intentan forjar un “nosotros político”, donde los procesos colaborativos son una alternativa a los competitivos, evitando al hombre finalista y quemado -Bournot-, que nos ofrece Chul Han

Del poder soberano y absoluto de la espada, a la sociedad disciplinaria y de esta a la sociedad del rendimiento y optimización. De la estadística al Big-Data, de la demografía a la psicografía. El logro del neoliberalismo es descubrir los intangibles de la psique. La disciplina corporal en un continuo se extiende hacia la optimización mental, pero Chul Han debe contemplar que el neoliberalismo también está mutando hacia fórmulas más agresivas de capitalismo salvaje -Trump-Milei-Orbán-Melani…-, donde todos los contratos sociales se rompen y donde solo a través de respuestas colectivas, ahora sí, “podremos” del verbo “poder” salvarnos.

Cuando afirma Chul Han: "Quien fracasa en la sociedad neoliberal del rendimiento se hace responsable a sí mismo y se averguenza, en lugar de poner en duda la sociedad o al sistema. en esto consiste la inteligencia del régimen neoliberal. Dirigiéndose la agresividad hacia sí mismo, el explotado no se convierte en revolucionario, sino en depresivo" ¿Cuál es la solución, y cuál la respuesta a esta persona desde lo colectivo?

Como alternativa a la descripción aproximada que hace Chul Han, considero interesante la exploración detenida hacia el "nosotros político", sin manipulaciones parciales, a pensadores, como Cicerón, Nietzsche, Gramsci, o Hannah Arendt que nos llevan a respuestas colectivas desde posiciones iniciales de inmersiones contemplativas o reflexiones, pasando a la acción para conseguir la soberanía del individuo que nunca puede ser en solitario.



sábado, 1 de noviembre de 2025

Las elecciones de Feijóo en Extremadura


 


Feijóo ataca por el furgón de cola. Tratando de minimizar riesgos ha ordenado a Guardiola que convoque elecciones. Tampoco podía hacer más, dado su liderazgo famélico. En Valencia, donde la población pide votar, es otra cosa. Los presupuestos extremeños, cuando aún no habían sido debatidos, han sido una justificación para esta prueba de laboratorio última, donde nada está escrito. Como si Castilla y León o Aragón no estuviesen en la misma situación. 

Por primera vez, en Extremadura, se adelantan unas elecciones por no querer aprobar unos presupuestos en minoría. Nunca pasó eso en los Gobiernos de Ibarra y Vara, demostrándose que ni había interés en que Extremadura tuviera unos presupuestos, ni tampoco había actitud negociadora. El objetivo era llevarnos a un día de votación no deseado, con lotería, turrones y la bata manta puesta. Mientras, la Sra. Guardiola hablando de soberanía.  Al propósito de Feijóo por cambiar la ley electoral para que las elecciones no se realicen en el mes de julio como en el caso del 23-j, tendrá que añadir otra fecha, el 21-d y otro periodo como el de las fiestas navideñas.

Que la Presidenta de Extremadura, María Guardiola, pretenda vestir estas elecciones como la de la "estabilidad" es reconocer la inestabilidad que ha provocado en Extremadura su gobierno durante estos dos años y medio en los cuales ha propiciado una política entreguista  con aquellos con los que su dignidad, en un principio, no le permitía pactar. De hecho, ya ha anunciado que "no hará cordones sanitarios", refiriéndose a un posible gobierno con ellos. La experiencia ya la conocemos.

Feijóo, ducho en pegarse tiros en los pies, puede que a la desesperada, haya determinado jugársela en Extremadura, motivado por la situación del candidato socialista, Miguel Ángel Gallardo, visualizando un puzle perfecto para que barra Guardiola con sus votantes feligreses, esperando la abstención socialista en una presumible fecha desmovilizadora. Pero ya sabemos que el escenario anticipado previsto por Feijóo para la comparecencia de Pedro Sánchez en el senado, terminó siendo diseñado por un topo socialista en Génova, 13. La escopeta la carga el diablo. Un treinta por ciento  del electorado se lo está pensando. 

En Empleo, Extremadura es un reflejo de España. Aumenta el empleo, los afiliados a la S.S. y la población activa, reduciéndose la tasa de desempleo a dígitos históricos, pero el PP debe hacer una reflexión madura; todo ello se ha alcanzado gracias a una reforma laboral, a unas políticas económicas del Gobierno Central situando a España como país con mayor crecimiento. 

Las subidas salariales, las prestaciones por desempleo y sobre todo el incremento de las pensiones durante los últimos siete años, en un territorio envejecido, han posibilitado un consumo fluido y sostenido. Si se han reducido los índices de pobreza no es gracias a las políticas sociales del gobierno extremeño. Y no hará falta recordar que en todas estas variables el PP ha sido una remora con su negación a colaborar en momentos difíciles para España. ¿Se acuerdan de la postura de Feijóo con respecto a los Fondos Europeos?

La política tributaria en Extremadura deja a las claras que unas 1200 familias extremeñas de rentas altas han sido beneficiadas. A Guardiola le sobra el dinero y está dispuesta a regalar 45 millones a Iberdrola para que aumente beneficios con la prolongación de Almaraz hasta el 2030. Esta empresa ha tenido unos beneficios de 5300 millones de euros en los primeros nueve meses de 2025. 

Lo de invertir en el regadío de Tierra de Barros, indemnizar a ganaderos y agricultores, mejorar las condiciones de trabajo de los cuidadores a la dependencia, invertir en Sanidad Pública o Enseñanza es intervenir en el mercado y su religión no se lo permite. Al mismo tiempo, la empresa Quirón se va extendiendo por la región, significativamente. 

Finalmente, María Guardiola se ha subordinado al sectarismo de VOX en la aprobación de su Ley de "Concordia" que significa su vuelta atrás en un revisionismo "franquista" de la memoria para una nueva confrontación. Con respecto a los incendios, ha salvado los muebles, tras su reiterado fracaso en la Consejería de Medio Ambiente con el nombramiento de tres consejeros durante su mandato. Solo, gracias a un INFOEX pertrechado por los anteriores gobiernos se hizo frente a los incendios. Hoy, los bomberos han sido abandonado tras los mismos. El esperpéntico desorden del transporte escolar en el inicio de este curso y el conflicto actual por la homologación de los maestros extremeños ratifican un fracaso anunciado en un contexto de apoyo a las Universidades Privadas. 

Guardiola quiere "escucharnos" pero accede a adelantar elecciones a un día escondido; preparatorio de encuentros familiares, tras dos años y medio perdidos. Puede que volvamos a asistir a nuevos acuerdos vergonzantes y a nuevas inestabilidades o tal vez, veamos a Feijóo cómo se cose los calcetines, de nuevo. 

Durante su gobierno, tan solo ha inaugurado la resultante de las "maquetitas" que dejo cerradas el Gobierno de Vara. 

Queremos oir a Guardiola en un debate público pero no quiere. Tampoco quiso Feijóo antes del 23-j.