domingo, 6 de abril de 2025

El Ruta de la Plata y el Comisionado del Atlántico



En el evento celebrado en Cádiz sobre el Corredor del Oeste:Ruta de la Plata, José Antonio Sebastian, Comisionado del Atlántico, en su intervención de cierre me decepcionó. Después de Zamora y Plasencia, le tocaba a la “Tacita de Plata” y en junio, a Pola de Lena. Encuentros que al parecer comienzan a molestar por el tono enfadado del comisionado. No hubo posibilidad para la réplica ni el debate respecto a su argumentario. Al parecer no habíamos estudiado su lección.

Muchos esperabamos un avance del estudio comprometido por el Gobierno de Pedro Sánchez sobre este corredor, pero tan solo hubo argumentos dilatorios y retorcimiento de datos para lanzar una sucesión de jarros de agua fría y lanzar balones fuera del terreno de juego. Nada que no intuyamos desde Canovas del Castillo: El Oeste vaciado no importa, salvo Valladolid, que tendrá una estación faraónica valorada en 240 millones de euros.

Su discurso contundente, sobrado y soberbio vino a decir que dieramos tiempo al tiempo y que no nos pusieramos tan pesados, porque había razones técnicas y financieras que lo dilatarían en el tiempo. Al parecer ese no es el caso del Corredor del Mediterraneo con una proyección de costes hasta los 50000 millones y tiempos de ejecución muy avanzados. 

Si yo fuera suspicaz pensaría que estaba tratando al Oeste de España como ciudadanos de segunda categoría, pero prefiero apreciar en él un mal comunicador gubernamental. Nada sobre el retorno económico de esta infraestructura o sobre el incremento del PIB en el oeste español o su repercusión en la descarbonización. Al parecer son argumentos prescindibles en el caso del Corredor del Ruta de la Plata. Que el Ministerio de Defensa incluya en su informe de estrategia de seguridad industrial el Corredor Ruta de la Plata como eje vertebrador Norte-Sur, tampoco merecía una explicación. Jose Antonio Sebastian, ayer hizo un flaco favor al Gobierno Central, utilizando un discurso soberbio, torturando datos técnicos que no resisten un argumentario fundamentado en razones económicas, ambientales y en la lucha contra la despoblación.

Hace unos días, el Comisionado, afirmaba en el Periódico de Extremadura que el Ruta de la Plata tardaría en hacerse unos 18 o 20 años, añadiendo un coste de 3000 millones de euros. Ayer, en el periódico “Hoy”, daba otras cantidades: “entre 4000 y 6000 millones”. La realidad es que el coste sería muy similar al coste de la línea Evora-Badajoz; en torno a los 6 millones de euros, lo que significa que en el tramo actualmente cerrado de 120 kilómetros entre Plasencia-Salamanca, no pasarían de 900 millones. Esta cantidad es la que especifica el informe del gobierno extremeño en octubre de 2022. Habrá que seguir reclamando que este tramo sea una realidad en 2035 y  hasta Astorga en 2040. Es posible porque es necesario para el Oeste de España y para la seguridad y defensa de Europa.

Si yo jugase a la caricatura como él a camuflar los números, cuando aún no se ha hecho público el estudio intermedio del Ruta de la Plata: Plasencia-León, me atrevería a reflexionar sobre la mala suerte que tiene este corredor de que el Ministro, Oscar Puentes sea de Valladolid y no de Zamora, de Astorga, de Plasencia o de Zafra.

A medida que se acerquen las elecciones los diferentes partidos políticos deberán concretar el nivel de apuesta por el Corredor del Ruta de la Plata. Evitar, definitivamente, la España hemipléjica será su decisión y la nuestra como votantes.  

sábado, 5 de abril de 2025

El Ruta de la Plata y el Comisionado del Atlántico




En el evento celebrado en Cádiz sobre el Corredor del Oeste:Ruta de la Plata, José Antonio Sebastian, Comisionado del Atlántico, en su intervención de cierre me decepcionó. Después de Zamora y Plasencia, le tocaba a la “Tacita de Plata” y en junio, Pola de Lena. Encuentros que al parecer comienzan a molestar por el tono enfadado del comisionado. No hubo posibilidad para la réplica ni el debate respecto a su argumentario. Al parecer no habíamos estudiado su lección.

Muchos esperabamos un avance del estudio comprometido por el Gobierno de Pedro Sánchez sobre este corredor, pero tan solo hubo argumentos dilatorios y retorcimiento de datos para lanzar una sucesión de jarros de agua fría y lanzar balones fuera del terreno de juego. Nada que no intuyamos desde Canovas del Castillo: El Oeste vaciado no importa, salvo Valladolid, que tendrá una estación faraónica valorada en 240 millones de euros.

Su discurso contundente, sobrado y soberbio vino a decir que dieramos tiempo al tiempo y que no nos pusieramos tan pesados, porque había razones técnicas y financieras que lo dilatarían en el tiempo. Al parecer ese no es el caso del Corredor del Mediterraneo con una proyección de costes hasta los 50000 millones y tiempos de ejecución muy avanzados. 

Si yo fuera suspicaz pensaría que estaba tratando al Oeste de España como ciudadanos de segunda categoría, pero prefiero apreciar en él un mal comunicador gubernamental. Nada sobre el retorno económico de esta infraestructura o sobre el incremento del PIB en el oeste español o su repercusión en la descarbonización. Al parecer son argumentos prescindibles en el caso del Corredor del Ruta de la Plata. Que el Ministerio de Defensa incluya en su informe de estrategia de seguridad industrial el Corredor Ruta de la Plata como eje vertebrador Norte-Sur, tampoco merecía una explicación. Jose Antonio Sebastian, ayer hizo un flaco favor al Gobierno Central, utilizando un discurso soberbio, torturando datos técnicos que no resisten un argumentario fundamentado en razones económicas, ambientales y en la lucha contra la despoblación.

Hace unos días, el Comisionado, afirmaba en el Periódico de Extremadura que el Ruta de la Plata tardaría en hacerse unos 18 o 20 años, añadiendo un coste de 3000 millones de euros. Ayer, en el periódico “Hoy”, daba otras cantidades: “entre 4000 y 6000 millones”. La realidad es que el coste sería muy similar al coste de la línea Evora-Badajoz; en torno a los 6 millones de euros, lo que significa que en el tramo actualmente cerrado de 120 kilómetros entre Plasencia-Salamanca, no pasarían de 900 millones. Habrá que seguir reclamando que este tramo sea una realidad en 2035 y  hasta Astorga en 2040. Es posible porque es necesario para el Oeste de España y para la seguridad y defensa de Europa.

Si yo jugase a la caricatura como él a camuflar los números, cuando aún no se ha hecho público el estudio intermedio del Ruta de la Plata: Plasencia-León, me atrevería a reflexionar sobre la mala suerte que tiene este corredor de que el Ministro, Oscar Puentes sea de Valladolid y no de Zamora, de Astorga, de Plasencia o de Zafra.

A medida que se acerquen las elecciones los diferentes partidos políticos deberán concretar el nivel de apuesta por el Corredor del Ruta de la Plata. Evitar, definitivamente, la España hemipléjica será su decisión y la nuestra como votantes.