La OCDE acaba de recordarnos, como si no lo supieramos, que la tasa de paro de los españoles universitarios y con Formación Profesional (FP) triplica la media de los países de Europa. Eso será porque hemos dado con la clave del cambio de modelo productivo y estamos cambiando maestros, ingenieros, arquitectos y médicos por camareros.
Parece evidente que un mayor nivel educativo favorece las posibilidades de inserción profesional, pero al parecer en España este axioma no se cumple con la misma intensidad que en el resto de la Unión Europea. Al descender a Extremadura, los datos son aterradores pues durante el Gobierno de Monago, si el incremento del paro en las personas con menos cualificación se incrementa en un 9,3%, pasando de 90.530 desempleados a 98.978, la subida porcentual en los desempleados titulados en F.P. I y II asciende al 35,2%, pasando de 11.479 a 15.521 personas paradas, y con parecidos dígitos se expresa la subida de personas desempleadas con Diplomaturas y títulos universitarios, alcanzando un incremento del 35,4%, pasando de 9.768 a 13.229 personas en desempleo.
Al parecer, el Gobierno de Monago, más preocupado en acciones cosmeticas, podría "emprender" acciones específicas en dos direcciones; por un lado cualificar al desempleado que no lo está y por otra favorecer que nuestra "sustancia gris" no escoja la huida como alternativa. Se profundiza en una polarización entre personas descualificadas y otros que, en muchos casos, tienen una sobrecualificación y deben esconderla de su C.V. para acceder a un empleo precario.
La patronal extremeña, la Confederación Regional de Empresarios de Extremadura -CREEx-, muy dada a afirmar que no encuentran en muchas ocasiones trabajadores y trabajadoras cualificadas, debería plantearse si son ellos los que no se adecúan a una población cada vez más cualificada.
Estos datos nos están, sencillamente, informando de la deriva que los defensores de los "brotes verdes" y las "raices vigorosas" han tomado para salir de la crisis.
¡Ah¡, parece que en las gráficas hay un ligero descenso del paro, pero no te engañes, es el avance incuestionable del contrato a tiempo parcial. Y nos esperan los "meses de plomo" del empleo, cuando acaban las campañas agrícolas, los empleos fijos discontinuos en el sector alimentario y las fiestas de nuestros pueblos.
¡Ah¡, parece que en las gráficas hay un ligero descenso del paro, pero no te engañes, es el avance incuestionable del contrato a tiempo parcial. Y nos esperan los "meses de plomo" del empleo, cuando acaban las campañas agrícolas, los empleos fijos discontinuos en el sector alimentario y las fiestas de nuestros pueblos.
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